La bandera roja vuelve a ondear en las playas de Can Pere Antoni y Ciutat Jardí, tras la tormenta de anoche en Palma. Un nuevo vertido de aguas fecales mezclado con pluviales ha obligado a prohibir el baño en esta zona.

Los técnicos de Emaya han recogido varias muestras para analizar la calidad del agua. Mientras se obtienen los resultados, los arenales permanecerán señalizados y cerrados hasta "por precaución".

Durante el mes de agosto, el Ayuntamiento de Palma ha cerrado hasta en cinco ocasiones estas playas de Ciutat. La última se produjo el pasado 19 de agosto tras una intensa tormenta que provocó también un vertido de aguas mixtas.

Ante los continuos cierres, Cort admitió que deberán seguir izando la bandera roja en los arenales cada vez que se registren lluvias copiosas, porque las depuradoras continuarán colapsándose y vertiendo el agua sucia al mar. La responsable del área de Medio Ambiente, Neus Truyols, reconoció que no pueden solventar este problema a corto plazo pero aseguró que ya hay previstas algunas medidas que podrían reducir hasta en un 30 por ciento estos vertidos, como la puesta en marcha de un colector y un depósito nuevos, que estarán listas en 2020

La solución más efectiva es la construcción de una nueva depuradora en el Coll d'en Rabassa. Sin embargo, se necesita una inversión estatal de entre 80 y 100 millones de euros y Truyols duda de que se pueda llevar a cabo antes de cuatro años.