"Hacen ruido en la piscina a cualquier hora e incluso se cuelan por la noche. Son jóvenes y llevan botellas de alcohol". El presidente de la comunidad de propietarios afectada no habla de inquilinos de su propia finca, situada en la plaza Remigia Caubet, en el barrio de El Terreno, sino de los turistas alojados en un edificio cercano ubicado en el paseo Marítimo y con el que comparten "una servidumbre de uso" para que los 60 pisos también puedan disfrutar de la piscina. Sin embargo, lo que no esperaba esta comunidad es que el inmueble acabaría siendo mayoritariamente destinado al arrendamiento vacacional.

Se trata del edificio Palma Real, en el Marítimo, y los afectados pretenden poner los hechos en conocimiento de la conselleria de Turismo para que los inspectores abran el correspondiente expediente infractor, debido a que "el alquiler vacacional está prohibido en todo el término de Palma", tal como señala, en mayúsculas, el escrito colgado en la finca.

El administrador de la comunidad de propietarios, Antonio Garí, introduce que, "dadas las quejas habidas por la presencia de turistas o arrendatarios de viviendas vacacionales con presencia masiva en la piscina y que impide el disfrute de propietarios y usufructuarios únicos legitimados para su uso, se ha decidido que se procederá a la denuncia ante los servicios de inspección", según se puede leer.

Garí explicó que el promotor de ambos inmuebles estableció la servidumbre de uso para permitir que el edificio sin piscina pudiese beneficiarse de este equipamiento. Sin embargo, el denominado Edificio Plaza ha salido perjudicado debido a la proliferación del alquiler vacacional, por lo que desde la administración de la finca han iniciado el cambio del sistema de acceso para impedir que entren los turistas molestos.