Una veintena de personas se concentró ayer en la plaza de Cort para "exigir al Ayuntamiento que tome medidas extraordinarias" contra el calesero cuyo caballo se desbocó en la calle Manacor el miércoles y dañó ocho vehículos tras recorrer un kilómetro.

Pidieron asimismo erradicar totalmente "este mal llamado calesas", recalcaron en referencia al uso turístico que se hace de los equinos. Según la presidenta de ICA Animalista, Aida Cortecero, en Palma "se está produciendo un incumplimiento reiterado de la ordenanza".

En el caso concreto del último suceso, hizo hincapié en su peligrosidad, ya que "había muchos peatones y el caballo se podría haber llevado por delante a cualquiera, incluso el carrito de un bebé". "Lo que ocurre traspasa el problema del maltrato animal, porque es un riesgo para todo el mundo. Un caballo corriendo puede matar a alguien en caso de que choque, por lo que la Policía Local debería realizar un control más riguroso de los caleseros", advirtió la portavoz.