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El Molinar

El Club Náutico Portitxol: casi un siglo de historias

El club del barrio del Molinar pretende restaurar sus instalaciones e invertir en los futuros miembros que dirigirán la institución

El presidente del Club Náutico Portitxol, Pep Ferrer, posa en el muelle del club. Guillem Bosch

A pesar de que hoy en día solo queda un único puerto de pescadores en el Club Náutico Portitxol, sus muelles de madera y la inconfundible fachada blanca de su edificio principal continúan formando parte de la historia del antiguo barrio del Molinar, cuyas calles albergan los 90 años de vida del segundo club náutico más antiguo de Mallorca. De ahí que al ser un club tradicional sus socios sean mayoritariamente vecinos del barrio que generación tras generación han ido formando parte de esta institución, y que esta vez, han preferido celebrar el paso del tiempo realizando diferentes fiestas a lo largo del año.

Según explica su presidente, Pep Ferrer, cuyos abuelos fueron dos de los miembros fundadores de este club, el 80% de los socios se dan de padres a hijos o entre familiares, y se ha mantenido así porque la tradición siempre ha sido la misma. Es por ello que el 90% de los amarres son embarcaciones de los miembros y el 10% restante son transeúntes que vienen de paso y dejan su barca atracada en el puerto.

Con casi un siglo a sus espaldas, fue durante las décadas de los años 70 y 80 cuando el club hizo su mayor ampliación hasta el momento con la anexión de diferentes terrenos que se extendieron hasta la desembocadura del torrente de na Bàrbara y que aumentaron notoriamente su número de amarres y agregados. Hoy en día, los socios esperan que Autoridad Portuaria dé su visto bueno a la prórroga administrativa para al fin poder realizar "pequeñas remodelaciones" y adaptarse así a los cambios que está sufriendo el barrio, "que cada vez está más de moda", añade Ferrer.

Mirada hacia el futuro

Solo durante este verano han participado más de 400 niños en la escuela de vela y, a pesar de los inconvenientes, la máxima inversión que ha tenido el club ha sido en infraestructura y sobre todo en esta escuela que, junto al piragüismo, es el principal deporte náutico que se práctica en el club. Según asegura el presidente Ferrer: "Nuestra mayor preocupación es animar a que cada vez haya más niños haciendo deporte y que sean socios de este club".

Por otro lado, la escuela de piragüismo hace solo medio año que se ha puesto en marcha, pero ya tienen a 15 niños compitiendo, sobre todo, en temporada de invierno. Uno de los gastos más importantes en este deporte ha sido en el material, "pero toda inversión merece la pena si es para mejorar la oportunidad de los niños", aclara Ferrer. Hace tres años la media de edad del club era de 64, actualmente ha pasado a ser de 57 años, y esto se debe a las reformas estatutarias que ha realizado la institución, con las que se han conseguido inscribir, en los últimos tres meses, alrededor de 30 nuevos niños socios.

De igual forma, el actual presidente se enorgullece de haber tenido en la escuela de vela a antiguos medallistas como Jordi Calafat, que empezó en la embarcación renacuajo y fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1992 o Natalio Comas, campeón de Europa Junior de Snipe con Mateo Lliñas en 1997, que forman parte de una serie personalidades que siguen marcando la historia de la institución.

Por su parte, el Club Náutico Portitxol continuará de celebración todo este mes, mientras espera al año que viene para festejar el 50º aniversario del Mama Optimist, la regata más antigua de Balears que cada año acoge a alrededor de 200 niños, y que una vez más, intentarán invitar a la Reina emérita, doña Sofía, para que forme parte de este evento.

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