La reforma del paseo Marítimo obligará a los vehículos a circular más despacio, aunque el tráfico será prácticamente el mismo que en la actualidad. La disminución de un carril por cada sentido, tal como establece el proyecto del bulevar, no servirá para disuadir a los conductores y que busquen rutas alternativas. Esta es una de las conclusiones que el estudio de Movilidadde la zona señala sobre la reordenación propuesta por Cort y la Autoridad PortuariaAutoridad Portuari, ya que dice que "no funciona como vía de paso para cruzar la ciudad, sino que es una vía de entrada al centro".

Las simulaciones realizadas para el análisis muestran que la remodelación "puede absorber las demandas actuales de tráfico", es decir, unos 20.000 vehículos diarios por sentido circulatorio, "aunque aumentan los niveles de saturación, sobrepasando el 70% en algunos tramos", según señala el informe llevado a cabo por la compañía especializada en Movilidad Doymo. Con el fin de "optimizar la fluidez del tráfico", propone ampliar el carril de giro a la izquierda desde el paseo Marítimo hasta la avenida Argentina y, en el otro sentido, mantener el carril de giro a la derecha antes de la calle Monsenyor Palmer. Son las dos vías de acceso al centro y donde se pueden producir más problemas circulatorios.

Pacificar el tráfico

El estudio, incluido en el pliego de prescripciones para redactar el proyecto constructivo, resalta que el bulevar "tiene como objetivo pacificar la avenida Gabriel Roca entre la avenida Argentina y la calle s'Aigo Dolça otorgando más espacio a los peatones y bicicletas. Además, se da una mayor permeabilidad a la vía, con lo que se evita que los viandantes crucen de forma inadecuada". Las ofertas para optar a la licitación se podrán presentar hasta el 14 de septiembre y, entre muchos requisitos, el adjudicatario deberá desarrollar el anteproyecto del Ayuntamiento hasta el Auditorium, aunque lo tendrá que "dotar de una continuidad lógica hasta la rotonda de Portopí" con el fin de ampliar en el futuro el bulevar.

Además de reducir de tres a dos el número de carriles por sentido de circulación, su anchura bajará de 3,5 a 3 metros. La velocidad también disminuirá a menos de 50 kilómetros por hora y habrá muchos más pasos de peatones, uno cada cien metros, frente a las distancias actuales, que oscilan entre los 250 y 370 metros. De los 20.000 vehículos diarios de media que transitan por el Marítimo, en las horas punta hay hasta 3.000, principalmente relacionados con desplazamientos por trabajo. En cuanto a los viandantes, llegan a utilizar el paseo casi un millar (967) durante una tarde de marzo, por ejemplo, que es el muestreo del estudio de Movilidad.

El 75% del espacio público se reservará a los peatones, ciclistas, terrazas y vegetación, por lo que el tráfico motorizado tendrá el 25% restante. El carril bici, que ahora tiene un ancho variable de 1,7 a 2,4 metros, mejorará con una anchura constante de tres metros, según el anteproyecto. También se establece el número de plazas de aparcamiento en el futuro, que pasará de 307 a 183.

Tranvía en el futuro

La propuesta del nuevo bulevar deja claro que hay una "apuesta por una línea de transporte público de alta capacidad a lo largo del paseo", por lo que el proyecto de construcción deberá reservar un espacio para su implantación a medio o largo plazo. El concejal de Movilidad de Cort, Joan Ferrer, avanzó en su momento que es uno de los objetivos del Pacto si gana las elecciones.