Las desgastadas baldosas de marés y la oxidada barandilla del Parc de la Mar serán finalmente sustituidas, además del sistema de riego y el alumbrado público. Cort invertirá 4,8 millones en la mejora del emblemático parque, puerta de entrada del turismo al centro histórico y sobre el que se impone la Catedral. La intención del consistorio es que las obras, que empezarán dentro de un año, sean financiadas con el impuesto de Turismo Sostenible y por ello ha presentado el proyecto al plan anual de 2018. Sin embargo, lo ha dividido en fases por si el Govern no sufraga el coste total en esta convocatoria. En caso de que la antigua ecotasa no se utilizase para rehabilitar el Parc de la Mar, el Ayuntamiento pedirá dinero de la Ley de Capitalidad y, en última instancia, se destinarán recursos municipales.

"Es prioritario actuar, por lo que se hará de todas formas", tal como aseguró ayer el concejal de Infraestructuras de Cort, Rodrigo A. Romero, en la presentación de la reforma. Explicó que actualmente invierten 80.000 euros al año en reparar el pavimento cada vez que se rompe y 16.000 euros en el consumo energético de la actual iluminación, además de horas de riego manual por parte de las brigadas municipales, ya que la instalación es deficiente. Con la rehabilitación, ahorrarán en mantenimiento de las nuevas baldosas, debido a que serán más resistentes; en el alumbrado, ya que su consumo disminuirá un 40%; y en horas de trabajo, porque el riego será automático.

Nuevo pavimento

El parque es "una de las postales más bonitas de la ciudad", destacó Romero, aunque sus más de tres décadas de uso (fue inaugurado en 1984) han provocado que el tradicional marés del pavimento se haya desgastado por "estar en el suelo, cerca del mar y con gran cantidad de eventos, además de las inclemencias meteorológicas". Todo ello ocurre sobre "piedra arenisca, que se degrada fácilmente, lo que causa problemas de mantenimiento y accesibilidad, ya que uno puede tropezar por la inestabilidad del pavimento", en palabras del concejal.

Las nuevas baldosas no serán de marés, sino de una piedra más resistente, pero con una estética similar a la actual. "Se respetará el diseño original, no habrá ningún cambio", aunque "las piezas serán más pequeñas y más profundas, por lo que es más difícil que se quiebren si por encima circulan vehículos pesados", como ocurre a menudo con los camiones de Emaya o los que transportan el material de los eventos.

En naranja, las baldosas que se sustituirán. En lila, las ya cambiadas.

En cuanto a la barandilla y los cantiles de hormigón que rodean el lago del Parc de la Mar, también serán renovados por completo, ya que están tan degradados que se ve el hierro de la estructura. Se aprovecharán estas obras para instalar una barandilla que se adapte a la nueva normativa de seguridad en la zona en la que se celebra el Cinema a la Fresca, tal como explicó el concejal, porque ahora no hay nada. Otra mejora será la instalación de anclajes en el suelo para poner las carpas de los eventos, debido a que actualmente los operarios taladran el pavimento en cada ocasión.