El Institut Balear de Joventut realiza por tercer año consecutivo un campo de voluntariado en el colegio Coll d'en Rabassa, para acoger a un grupo de 14 jóvenes voluntarios, entre 18 y 30 años, de diferentes lugares de España. El proyecto, que se gestionará a través de la entidad Espiral, se llevará a cabo durante 15 días, con el fin de mejorar las instalaciones del centro y fomentar otro tipo de turismo entre los jóvenes.
Según explica el director del Institut Balear de Joventut, Joan Ferrà, "este verano hay ocho camposcon temáticas muy diferentes, desde teatro, danza urbana y arqueología, hasta reconstrucción de elementos patrimoniales e igualdad de género". De esta manera, cada comunidad organiza sus propios campos de voluntariado y se intercambian plazas para que jóvenes de diferentes ciudades puedan conocer otros territorios.
Asimismo, Xavier Torrens, el director de Espiral, explica que los voluntarios "rehabilitarán espacios de juego en el centro y llevarán a cabo diferentes actividades de educación ambiental con niños". Además, cuentan con alojamiento y manutención durante el tiempo que pasen en el centro y disponen de "todo un programa de actividades lúdicas para que los días de convivencia sean agradables", compaginando así el tiempo de ocio con la parte de voluntariado.
En sus inicios en los años 80, este proyecto recibía el nombre de "campo de trabajo", un título no muy "comercial", según explica Joan Ferrà, que tenía que explicarle a la gente "que aquello no era un campo de trabajo forzado ni de concentración". Pero, a pesar de esto, "el campo de voluntariado ha estado completo en los últimos tres años", asegura Torrens.
Los voluntarios
Una de las principales aportaciones de este tipo de voluntariado es que cambia la "concepción del tiempo libre de los jóvenes", que muchas veces "no es productivo ni saludable", según indica Ferrà.
Para Ibon Txurruka, que viene desde el País Vasco y participa por primera vez en este tipo de voluntariado, esta experiencia está siendo mucho mejor de lo que se esperaba: "Vine un poco a ciegas porque no sabía lo que era y me ha encantado".
Por otra parte, desde el Institut Balear de Joventut se planea repetir los campos de voluntariado en los centros que se acogen actualmente, en Sa Pobla, Santanyí, Alaró, Esporles y otros cuatro más en SantanyíAlaróEsporlesPalma. Además de incluir campos de voluntariado solo para menores de edad, que según explica Ferrà "este año ha tenido mucha demanda". De esta manera, se espera promover otro tipo de turismo entre los más jóvenes.
