La bandera verde vuelve a ondear en las playas de Can Pere Antoni, Ciutat Jardí y Portitxol tras los vertidos de aguas fecales del pasado fin de semana. El Ayuntamiento de Palma ha decidido reabrirlas al baño después de que los últimos análisis de agua realizados arrojaran un resultado negativo para la bacteria E. Coli.

Las intensas lluvias del sábado por la tarde provocaron un desbordamiento de las aguas residuales de la ciudad en el mar. Como ocurre siempre que llueve copiosamente, la depuradora del Coll d'en Rebassa se saturó y vertió el agua sucia. Al producirse por la noche, no fue hasta ayer por la mañana, cuando llegaron los socorristas, que se señalizó con la bandera roja para prohibir el baño. La prohibición se mantuvo durante todo el día a la espera de tener los resultados de los análisis, informó ayer Emaya en un comunicado.

El de este fin de semana es el segundo vertido de aguas fecales que obliga a cerrar playas en menos de una semana. El pasado martes, una rotura de una tubería de conducción de aguas a la depuradora del Coll d'en Rebassa provocó que aguas residuales acabaran en el torrente Gros y se tuviera que prohibir el baño en la playa de Ciutat Jardí. La bandera roja se retiró en cuanto los análisis confirmaron que el agua era apta para el baño.