La bandera verde ondea de nuevo en la playa de Ciutat Jardí tras el vertido de aguas fecalesvertido de aguas fecales que se produjo el martes por la tarde y que obligó a prohibir el baño obligó a prohibir el baño hasta las 10 de la mañana de ayer. Los resultados del análisis de la bacteria E. Coli en la muestra de agua que especialistas de Emaya recogieron a primera hora dieron vía libre a los usuarios para volver a bañarse en el arenal situado en el Coll d'en Rabassa.

Sin embargo, los habituales de la pequeña playa de Son Parera, ubicada en el lado derecho de la desembocadura del torrente Gros mirando hacia el mar, tuvieron ayer bandera amarilla, es decir, que "se recomienda no bañarse, por precaución, a la espera de nuevos análisis de muestras de agua recogidas hoy [por ayer]", advirtió la empresa municipal, ya que el resultado no fue del todo satisfactorio. Este pequeño arenal se encuentra mucho más cerca del torrente, al que llegó el vertido de aguas residuales después de que se rompiese una canalización de la depuradora EDAR 2, situada en el Coll d'en Rabassa.

Ocurrió poco antes de las 17 horas del martes en la entrada de la infraestructura, lo que obligó a Emaya a desviar el líquido por el cauce hasta el mar durante menos de una hora y a cerrar las playas de Ciutat Jardí y Son Parera. Los operarios estuvieron trabajando toda la tarde y noche para reparar la conducción de aguas fecales, una labor que quedó concluida de madrugada, cuando la situación se normalizó. Sin embargo, la bandera roja ondeó durante dos días, aunque solo en horario del servicio de vigilancia, lo que provocó quejas de los usuarios.