Una treintena de personas se bañaba esta mañana en la playa de Ciutat Jardí a las 9,30 horas, antes de que los socorristas izasen la bandera roja por el vertido de aguas fecalesvertido de aguas fecales que se produjo el día anterior tras la rotura de una tubería de Emaya.

La señal de prohibición no ha sido puesta hasta las 10 horas, cuando el servicio de socorrismo de la concesionaria comienza su trabajo, según han explicado fuentes de la empresa municipal Emaya. Por este motivo, numerosos bañistas que han acudido a primera hora desconocían que el baño no estaba permitido.

Tampoco había ninguna cinta de prohibición de la Policía Local, a diferencia de las precauciones que se han tomado en la pequeña playa de Son Parera, situada junto al torrente Gros, donde desembocó el vertido procedente de la depuradora del Coll d´en Rabassa.

En este arenal, la bandera roja ha permanecido desde la avería de ayer por la tarde y la señalización de la policía tampoco ha sido retirada.

El baño continuará prohibido tanto en Ciutat Jardí como en Son Parera, lindante al Molinar, hasta por lo menos las 10 horas del jueves, cuando los técnicos de Emaya decidirán, tras las analíticas realizadas esta mañana, si las aguas son aptas, según han informado desde la empresa municipal.