Los comercios del paseo del Born y sus calles colindantes permanecieron durante una hora y media sin luz debido a una avería en un transformador subterráneo. Según ha indicado Joan Maians, el responsable de prensa de Endesa, "el incidente se produjo por un cable en el subsuelo" y, a pesar de que saliera humo y tuvieran que ir los bomberos, "la avería se pudo solventar rápidamente y una hora después regresó la luz a los locales". Asimismo, Maians indicó que "el apagón afectó alrededor de 1.614 clientes y comerciantes de la zona de Born, la Calle Pelaires y la plaza del Mercat", entre otras.

Los principales afectados fueron los pequeños comercios de la zona, como el de Carmen García, propietaria de una tienda de decoración, "que tuvo que cerrar la tienda durante el apagón porque se alargó más de lo que creía". Según explica García, "los locales tienen una asociación de comerciantes que se encargaron de gestionar el problema de la luz". Como hizo Xesca Martorell, que tiene una tienda de ropa infantil en la misma calle: "llamé a las 13.20 a Gesa y me dijeron que en 90 minutos lo tenían solucionado y así fue". Según explica la comerciante que lleva 25 años en el negocio, "en años anteriores a veces ha ocurrido un apagón puntual pero siempre vuelve enseguida", por esto permaneció en el local hasta que volvió la luz, aunque perdió una venta porque "no pudieron pagar con tarjeta", explica.

Los locales del paseo del Born, como el restaurante de Adorno Sánchez, permanecieron abiertos pero "tuvieron que cortar parte del servicio debido a que algunos aparatos no podían funcionar sin electricidad". Aún así, se las ingeniaron para mantener la bebida fresca, según explica Sánchez: "añadimos cubos de hielo a la máquina de la cerveza para que no se calentara, pero como fue durante el horario de las comidas nos afectó bastante, aunque solo fuera una hora". A pesar de esto está "muy agradecido porque pensaba que iba a durar más y no les afectó como a otros locales de la zona", ya que muchos vecinos tuvieron que cerrar porque las máquinas registradoras no funcionaban.

Luces de emergencia

Según cuenta Ana Vico, dependienta en una óptica de la zona, el "principal problema fue que no se pudo cobrar durante el apagón, no había aire acondicionado y las personas que venían a graduarse las gafas se tuvieron que ir".

En plaza de la Reina, una farmacia de la zona tuvo que trabajar solo "con las luces de emergencia", como explica Amalia Vicens, una de las dependientas. De esta manera, "tuvieron que seguir trabajando como podían, cobrando en efectivo e intentaron normalizar todo", cuenta Vicens. Además, durante sus cuatro años trabajando en la local, asegura que "normalmente en este tiempo en Mallorca hace mucho calor, los transformadores trabajan mucho y siempre suele pasar alguna avería, pero se resuelve relativamente pronto".