El Ayuntamiento de Palma ha impuesto a Bartolomé Cursach una sanción de 9.500 euros por no realizar las mejoras que le había exigido en la possessió de Son Cabrer, finca de su propiedad en la carretera de Valldemossa y protegida. Sin embargo, el empresario, encausado por presunta corrupción, ha recurrido ante los tribunales esta sanción, confirmaron ayer fuentes de Urbanismo.

Hasta que no haya una sentencia firme, la sanción de 9.500 euros está suspendida, explicaron desde Cort. El expediente sancionador se ha abierto después de que el departamento de Protección de la Edificación exigiera a Cursach que ejecutara medidas cautelares en la cubierta de la casa, que cuenta con protección B y ante la falta de respuesta por parte del propietario de Son Cabrer, según la versión municipal.

Tal como publicó este diario, Cursach solicitó al Ayuntamiento que declarase en ruina la possessió, que adquirió en 2003.