El bosque urbano del antiguo canódromo será realidad dentro de un año. Las obras para convertir este céntrico espacio abandonado ya han comenzado. Se trata del primer gran proyecto de esta legislatura que se pone en marcha.

Una excavadora ha comenzado a remover la tierra del solar, situado detrás de los institutos y junto al cauce de sa Riera, donde funcionó hace años el canódromo. El alcalde de Palma, Antoni Noguera, junto al regidor de Urbanismo, José Hila, y los responsables de distintas áreas municipales, han visitado el terreno.

La futura zona verde ocupará 16.000 metros cuadrados y contará con una pista para correr y un paseo junto al cauce de sa Riera. La vegetación será autóctona, para minimizar su mantenimiento, y se regará con agua regenerada, ha informado hoy el arquitecto municipal durante una visita a las incipientes obras.

El coste de transformar este espacio en un bosque urbano será de 800.000 euros.