Apoyas un pie en la plataforma del patinete mientras te agarras al manillar y con el otro das un leve empujón en el suelo justo antes de subirlo. Es el único impulso que se necesita, porque a partir de ahí la batería mueve el vehículo cada vez que aprietas suavemente el acelerador con la mano derecha y se detiene cuando das al freno. Aún más sencilla es la bicicleta eléctrica para quien sabe montar en una tradicional. Hay modelos que no requieren de un impulso inicial con los pedales, ya que ni siquiera tienen, y se desplazan simplemente con el acelerador. Los aficionados al monopatín también pueden apuntarse a la movilidad eléctrica y cada vez más palmesanos utilizan en sus trayectos ciclos autoequilibrados de dos ruedas ( hoverboards) y hasta de una sola ( hoverboards unicycle).

La proliferación en Ciutat de los llamados vehículos de movilidad personal (VMP) ha obligado al Ayuntamiento a regular su uso, tal como ha anunciado esta semana inspirándose en la normativa de Barcelona. Prohibirá que circulen por las aceras y a determinadas velocidades, dependiendo del peso y la longitud del dispositivo. Lo que empezó siendo un juguete infantil se está convirtiendo en el tipo de movilidad escogida por numerosos residentes para evitar tener que desplazarse en coche o en autobús. Como Beatriz López, que cambió el transporte público por el patinete eléctrico porque "es mucho más cómodo y rápido para ir al trabajo. Antes tenía que esperar y cambiar de línea, ahora me muevo cuando quiero".

Otras ventajas que enumera son su "facilidad de uso; te sientes más seguro que en un ciclomotor, sobre todo si vas por el carril bici; y se pliega, por lo que se puede guardar en casi cualquier parte o llevarlo en la mano, a diferencia de las bicis", cuyos usuarios suelen temer los hurtos de piezas cuando están aparcadas en la vía pública. El residente alemán Thor Schoof es socio de la tienda de bicicletas eléctricas Urban Drivestyle, en la calle Convent de Sant Francesc, aunque él se mueve en patinete. Añade a las citadas características "los beneficios que suponen para el medio ambiente" todos estos vehículos de movilidad personal.

Sin atascos

"Son la gran oportunidad para quitar coches del centro", incide Schoof, y "no necesitan plazas de aparcamiento". "La gente ya está cansada de los atascos, de buscar parking en el casco antiguo y de tener que pagar mucho por pocas horas. Los coches molestan y se empiezan a buscar alternativas". No obstante, reconoce que como el uso de los VMP "ha aumentado mucho en los últimos meses pero aún no hay una norma, algunos no circulan con cuidado y no son respetuosos" con los viandantes. Por este motivo, le parece bien que el Ayuntamiento prohíba que transiten por las aceras, aunque considera que debería ir más allá construyendo "más carriles bici y más anchos" para que este tipo de transporte "conviva sin ningún problema con el resto".

La falta de regulación provoca que sus usuarios se desplacen por paseos y zonas peatonales, como la primera línea de Ciutat y las vías comerciales, donde ha habido sustos y atropellos. De ahí que sean denostados por numerosas personas, sobre todo cuando son utilizados por grupos de turistas sin control y a elevada velocidad. Por ello, tanto los propietarios de negocios que venden o alquilan estos vehículos como las asociaciones de viandantes y ciclistas aplauden la normativa.

"La necesitamos para ofrecer garantías y que nuestros clientes conduzcan con respeto. Muchos interesados nos preguntan si se van a prohibir los patinetes y les queremos dejar claro que no, pero que habrá restricciones", explican Maximiliano Córdoba y Victoria Touceda. Con Leo Bianca, son los socios de Urban Ape Palma, en la calle Missió 38 desde el pasado marzo. Allí venden dos clases de patinetes eléctricos y un modelo de minibici sin pedales, así como un monopatín también eléctrico, con precios que oscilan de los 500 a los mil euros.

"Lo primero que preguntan es cuánto pesan (desde 11 kilos) y la autonomía de movilidad (hasta 50 kilómetros)", detallan sobre los clientes que suelen acudir a la tienda. Son sobre todo "gente que reside y trabaja en la ciudad y no quiere utilizar el coche, otros que aparcan en las afueras y deben desplazarse al centro, y muchos propietarios y trabajadores de barcos que usan estos vehículos para moverse por el puerto". La sociedad se ha avanzado a Cort en materia de movilidad, que ultima una norma que deberá cambiar cuando Segway lance al mercado las zapatillas eléctricas.