En un año, la presión por lo que respecta a las solicitudes de licencia de hoteles de todo tipo y establecimientos turísticos en el centro de la ciudad ha sido del 166%, porcentaje que desde el equipo de gobierno municipal consideran inasumible y que no garantiza la sostenibilidad del modelo turístico, además del derecho al acceso a la vivienda.

La constatación de esta realidad fue la que determinó que, en julio del año, pasado se decretara una moratoria de concesión de licencias de establecimiento turístico que afectaba a cuatro zonas: el centro histórico, la barriada de Santa Catalina, el primer Eixample y el Nou Llevant.

Solo se excluyeron de esta moratoria de un año (finaliza el próximo 27 de julio) los hoteles de cinco estrellas en un edificio protegido, que no sustituyera a más de tres viviendas y que ofrecieran un máximo de 20 habitaciones, los llamados hoteles boutique. Se consideraba que este tipo de establecimientos no son los que dificultan el acceso a la vivienda y posibilitan la rehabilitación de Casals del centro de la ciudad que, sin esta actividad, permanecerían abandonados. En julio del año pasado había en el centro histórico 38 establecimientos hoteleros y, en tramitación, 63 solicitudes más.

Lo anterior significa que, cuando estén todos en funcionamiento, se llegará a la cifra de 101 establecimientos turísticos, cifra que supone un incremento del 166% reseñado anteriormente.

Más solicitudes

Las 63 solicitudes ya se estaban tramitando cuando se aprobó la moratoria, por lo que no se pudieron incluir en la limitación y debecontinuar el proceso.

Según los datos proporcionados ayer por el teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, José Hila, desde diciembre del pasado año, ya se han abierto 67 establecimientos de los 101 previstos. Por lo que se refiere a las plazas hoteleras, los 38 establecimientos existentes en el centro histórico en julio de 2017 era de 2.149.

Los 67 establecimientos que están abiertos en la actualidad suponen 3.394 plazas y, cuando estén en funcionamiento los 101 previstos, alcanzarán la cifra de 4.342, lo que supone que en un año se han duplicado (se han incrementado en un 102%). Se calcula que estas nuevas licencias y plazas hoteleras han supuesto la pérdida de 116 viviendas, cifra que corresponde con 350 habitantes.

Según Hila, a lo largo del año en el que ha estado en vigor la moratoria solo se ha autorizado en el centro de la ciudad un hotel boutique situado en un edificio catalogado y la ampliación de otro ya existente.

Este dato confirma, según el teniente de alcalde, la eficacia de la prohibición de nuevas licencias en el centro de la ciudad, ya que se ha conseguido "parar el crecimiento absolutamente desbordado e insostenible del último año".