Pese a que en determinadas horas punta es imposible disponer de un taxi en la ciudad, la patronal de Autónomos del Taxi, mayoritaria de este sector, presidida por Gabriel Moragues y que se ha vuelto a asociar a la Pimen, rechaza que se abra la posibiliad de conceder más licencias.

Moragues confirma las carencias del servicio, aunque discrepa que su solución consista en que el Ayuntamiento de Palma autorice más permisos de este servicio público, pese a que el número de licencias permanece congelado desde hace más de 20 años, cuando, en este período la población ha experimentado un incremento de más de 100.000 personas.

Esta patronal, que representa a dos tercios del sector en Palma con 800 asociados, está dispuesta a aceptar que, entre junio y septiembre, los vehículos de transporte público deban trabajar las 24 horas del día respetando las libranzas y con la obligatoriedad de que deban prestar servicio doce horas en la ciudad.

En estos mometos los taxistas tienen la posibilidad de escoger entre tres turnos de trabajo: el de 16 horas, con la obligación de trabajar seis en la ciudad; el 19 horas, asociado a la obligación de prestar 9 en Palma y el de 24 horas, con la obligación de prestar servicio 12 horas en Palma. Este último turno se ha implantado este verano a petición de los taxistas de la Caeb, aunque solo se han asociado a él 60 licencias debido a que la patronal que preside Moragues exigió que se tuviera que trabajar 12 horas en Palma en lugar de ser una opción voluntaria, tal como solicitaban.

Otra de las soluciones que se apuntan desde el sector para conseguir que haya más servicio en temporada alta consiste en la implantación por parte del Govern de la aplicación única que permita a los usuarios solicitar un servicio al margen de las tres emisoras actuales. Para Moragues, también es imprescindible la implatación de carriles exclusivos para taxis y buses en la autopista del aeropuerto y en las principales vías de la ciudad, puesto que ahora se debe invertir un mínimo de 45 minutos para realizar un servicio a Son Sant Joan o viceversa. El colapso del tráfico en la ciudad también provoca deficiencias en el servicio por lo que Moragues aboga por una apuesta decidida en la mejoera del servicio público, que ayudaría también a descongestioar la circulación.

Desde el sector apoyan la implantación de los uniformes como medida para mejorar y dignificar el servicio, aunque Moragues ha pedido al Ayuntamiento que sancione a los conductores que siguen llevando pantalón corto sin utilizar el uniforme reglamentario. Ha afirmado que en estos momentos la mitad de los taxistas ya utilizan las prendas autorizadas por el Ayuntamiento para realizar el servicio y ha augurado que, en poco tiempo, todos los profesionales del sector irán uniformados.