El Ayuntamiento de Palma condenó ayer la protesta de dos jóvenes de la organización política de extrema izquierda Arran que tuvo lugar el lunes en un autobús turístico detenido en el castillo de Bellver. Los manifestantes colgaron una pancarta con el mensaje: "Detengamos la masificación turística en los 'Països Catalans'". El equipo de gobierno del Pacto declaró que cualquier debate "se puede producir sin perjudicar o alterar los servicios públicos", refiriéndose a los botes de humo que utilizaron los manifestantes en la segunda planta del autobús turístico.

A su vez, el gobierno municipal expresó su voluntad de "avanzar hacia un modelo turístico sostenible, que genere ocupación de calidad y que respete el patrimonio cultural y arquitectónico". Son "unos principios que rigen la toma de decisiones políticas de la actual dirección, que pretende poner fin a los perjuicios de la masificación turística".

Además, desde el equipo del consistorio destacaron que "Palma es una ciudad abierta, plural y que da la bienvenida a todo el que quiera visitarnos".

El PP pide denunciarlo

Por su parte, el PP pidió a la delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, que denuncie la actuación de Arran, como hizo la anterior delegada, María Salom, contra la protesta del Moll Vell el año pasado. Además, recordó que gracias a aquella denuncia "ahora están imputados".

De la misma manera, la diputada de Ciudadanos en Balears, Olga Ballester, criticó que "el ejecutivo autonómico se esconde y no actúa ante esta acción del grupo radical que va en contra de los intereses turísticos en el archipiélago", según sus palabras. Asimismo, la representante del partido de Rivera destacó su preocupación por los casos de Barcelona y Valencia y concluyó: "Ni los turistas ni los trabajadores tienen que soportar estas tensiones".