Guillem Bonet Vidal es, a sus casi 96 años, "el niño de más edad" que está con el club de esplai de sa Calatrava en el campamento de verano en La Victoria en Alcúdia. Su hijo Salvador es el responsable de estas jornadas de convivencia que han empezado este lunes.

"Mi padre es dependiente. Ante la tesitura de dejarlo a cargo de alguien durante el campamento o llevármelo conmigo, opté por preguntarle a el qué quería hacer. Se lo planteé como unas vacaciones en un balneario. Desde el primer momento me dijo que sí", cuenta Salvador, orgulloso de un padre que durante más de cincuenta años ha sido el cocinero del Seminario Mayor. "Todavía sigue yendo, con un bastón y cogido a mí", refiere con orgullo el hijo.

Este año las actividades del club de esplai giran alrededor de la temática de Disney. Cada día hay algo distinto que hacer. Los más mayores acamparon al aire libre, en un ascenso a s'Atalaya, la noche del jueves. Salvador les ha acompañado. "Soy hijo único. Desde que murió mi madre en 2014, lo cuidó yo. Somos una familia con pocos integrantes, así que gracias a que vino una prima a sustituirme, he podido hacer el vivac con los chicos", agradece.

Guillem interactúa como "espectador de lujo", describe el hijo. Observa con su mirada llena de recuerdos, la algarabía de los pequeños cuando regresan de darse un baño en el mar; o contempla los montajes teatrales que estos jóvenes, entre 5 y 17 años, organizan en unas jornadas de convivencia que ha reunido a unas sesenta personas, entre niños, jóvenes, monitores, organizador y un nonagenario.

La estancia en el campamento de La Victòria de este joven de casi 96 "es de Récord Guinness", opina el hijo. ¿Se lo darán?