Antes de la Semana Santa del próximo año el pavimento de la denominada segunda línea de la Platja de Palma se habrá remodelado completamente. Este es el compromiso adquirido por Cort con los hoteleros de la zona y las asociaciones vecinales, según manifestaron ayer el concejal de Infraestructuras y la coordinadora general de este departamento Rodrigo Romero y Virginia Abraham, respectivamente.

La obra, que afectará al pavimento de las calles Marbella y Llaüt, que discurren paralelas a la primera línea de la zona turística, debía ser ejecutada por el Consorcio de la Platja de Palma el año pasado.

De hecho, el presupuesto para ejecutar esta obra, que es de 680.000 euros, saldrá de este organismo que, antes de su disolución por decisión unilateral del Gobierno central, estaba integrado, además de por esta administración, por los ayuntamientos de Palma y Llucmajor, el Govern y el Consell de Mallorca.

El Consorcio había realizado el proyecto técnico y la empresa pública Tragsa debía ejecutar las obras. Esta iniciativa se truncó por la decisión del Ministerio de abandonar este organismo.

La reurbanización de la segunda línea de la zona costera fue uno de los pocos proyectos ejecutados bajo la responsabilidad del Consorcio, que había asumido las competencias urbanísticas de los ayuntamientos de Palma y Llucmajor desde su creación en 2004.

Pese a que esta obra se ejecutó hace menos de una década, según informaron Romero y Abraham, se deberá rehacer completamente ya que todo el pavimento de adoquines se encuentra en muy mal estado debido principalmente a la circulación rodada.

Ahora el Ayuntamiento se va a hacer cargo de la licitación de las obras y de su ejecución. Se procederá a la sustitución de la totalidad del pavimento de las calles Marbella y Llaüt y, con el fin de evitar los problemas surgidos con los adoquines, se va a proceder al asfaltado de la parte de la calzada en la que se permite la circulación rodada, que mantendrá los dos sentidos de circulación actual. La zona destinada al estacionamiento y a las aceras se va a adoquinar para mantener en lo posible la estética actual de la calle.

Circulación permitida

Según Romero y Abraham, no se contempla restringir la circulación a lo largo de esta segunda línea, puesto que una vez limitada considerablemente a lo largo de la primera se considera imprescindible mantener la situación circulatoria actual.

De hecho, el cambio de adoquines por el asfaltado de la parte de la calzada en la que se permite el tráfico motorizado se debe a la necesidad de que continúen circulando por la segunda línea los autobuses de la EMT, los del transporte discrecional que distribuyen a los turistas a los distintos establecimientos hoteleros de la zona y los camiones de mercancías.

Romero y Abraham indicaron que en estos momentos Infraestructuras está revisando el proyecto técnico y elaborando los pliegos para licitar las obras. Se calcula que el plazo de ejecución será de cinco meses, por lo que, si se quiere mantener el compromiso de que estén finalizas antes de la próxima Semana Santa, deberán haberse adjudicado e iniciado en próximo mes de noviembre.

Esta no es la única obra que dejó el Consorcio pendiente de ejecutar y que cuentan con dotación económica. A la de la segunda línea, se suma una actuación en el vial del puente del Torrent dels Jueus, que separa el término municipal de Palma y Llucmajor, la apertura de la calle Rafel Serra de s'Arenal y la ejecución de un estacionamiento en Can Pastilla.

También se deberá resolver la reclamación de 14 millones de la secretaria de Estado de Turismo al Govern balear, que recibió por los convenios de colaboración para inversiones de reconversión en la zona turística y que, según el Ejecutivo estatal, no se llevaron a cabo. Según el Govern, no obstante, de los 20 millones recibidos se ha justificado una inversión de ocho por lo que solo se le pueden reclamar doce.