La junta de gobierno del Ayuntamiento de Palma aprobó ayer la ejecución de dos proyectos por un importe de 26 millones, que permitirán reducir en un 30% los vertidos de agua sucia al mar que aún se producen cuando se registran lluvias intensas o por alguna avería en los sistemas de bombeo. El porcentaje alcanza el 70% si solo se tiene en cuenta la reducción que se producirá del colector que desemboca frente a la Costa del Gas.

La financiación de ambos proyectos se incluye en el convenio suscrito con la conselleria de Medio Ambiente para la ejecución de obras con dinero procedente de la recaudación del canon de saneamiento, por un importe global de 30 millones.

La teniente de alcalde de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal y presidenta de Emaya, Neus Truyol, recordó que será la primera vez desde 2010 que se ejecutan en Palma obras sufragadas con este canon.

Los trabajos podrán iniciarse a finales de año puesto que Emaya ya ha aprobado los respectivos proyectos por lo que, con la aprobación por parte de la junta de gobierno municipal, la empresa procederá a su licitación.

Se prevé que las obras puedan iniciarse a principios del próximo año y que tengan una duración de 12 meses, por lo que ambas infraestructuras podrán estar en funcionamiento durante 2020.

El proyecto del nuevo colector interceptor arrancará en las Avenidas y discurrrá por el subsuelo de las calles General Ricardo Ortega, Barranquilla y Caracas.

Recogerá aguas residuales y pluviales y, por gravedad, las llevará hasta la depuradora del Coll d'en Rebassa. No se prevé levantar la totalidad de estas calles por las obras porque se utilizará el sistema de tunelaje, para colocar los 3,2 kilómetros de tubería, de un diámetro de dos metros, que discurrirá a una profundidad de entre cinco y doce metros.

Este proyecto tiene un coste de18,9 millones. Este nuevo colector recogerá buena parte del agua del que discurre por el subsuelo de las Avingudes hasta la estación de impulsión situada frente a la Costa del Gas.

Junto a la depuradora se construirá un depósito laminador con capacidad para recoger el agua pluvial generada durante las primera media hora de tormenta, que es cuando se producen los desbordamientos y los vertidos al mar por falta de capacidad de la planta.

Este depósito se acompaña de una nueva estación de bombeo. El receptáculo tendrá una capacidad de 25.000 metros cúblicos y se calcula que podrá retener el equivalente a 12 toneladas de residuos cada vez que llueva, que ya no se verterán al mar. La estación de bombeo y el depósito tienen un coste de 7,1 millones.

Pendiente la nueva depuradora

Para completar la mejora del saneamiento de la bahía faltará aún la ejecución de la nueva depuradora de Sant Jordi, cuyo proyecto se aconpaña de la construcción de un nuevo emisario submarino.

Se trata de una infraestructuraque debe financiar el Ministerio de Medio Ambiente. Según informó la teniente de alcalde en estos momentos se está redactando el proyecto por parte del Ministerio. Las obras tendrán un coste estimado de 80 millones y se prevé que se puedan realizar en los próximos "tres o cuatro años".