El exterior del castillo de Sant Carles, situado en el Dique del Oeste, está en obras con el fin de desenterrar y recuperar parte de la muralla original, que data del siglo XVII.

En concreto, saldrá a la luz el baluarte ubicado en la zona suroeste, que fue construido en 1662 en la confluencia de los dos lienzos de muralla y sobresalía de la fortificación para facilitar a los soldados la defensa del recinto frente a los adversarios, que en aquella época llegaban por mar.

Las obras de restauración tienen un presupuesto de 347.000 euros y está previsto que finalicen en agosto, según señala el cartel de la licencia municipal.

La financiación corre a cargo de Fundatur (Fundación Turística y Cultural de les Illes Balears) y el dinero procede de la venta del yate FortunaFortuna, que fue regalado al actual Rey emérito, Juan Carlos I, y renunció a él durante la crisis.

Los trabajos de recuperación del fortín de Sant Carles se iniciaron el pasado marzo y están siendo ejecutados por la empresa pública Tragsa bajo la supervisión del ingeniero Andrés López Moreno.

El importante baluarte acabó enterrado a finales del siglo XIX porque los estrategas militares pensaron que, de este modo, "el asedio al castillo sería menor". Desde su construcción en el XVII, "las tácticas de defensa habían cambiado sustancialmente y lo que en un primer momento ofrecía una clara posición de ventaja frente a los adversarios, acabó por convertirse en un problema", tal como explica Tragsa.

Por este motivo, el baluarte de Sant Carles fue cubierto de tierra y otros materiales en 1890, por lo que la fortaleza ha permanecido oculta más de un siglo. Antes de que sucediese, desde la cubierta había unas magníficas vistas a la Bahía, que permitían "detectar con facilidad y atacar los buques enemigos que se aproximaban a la isla", según la empresa encargada de la rehabilitación.

Actualmente se están retirando los añadidos que sepultaron esta parte de la muralla y, cuando sea recuperada, se limpiará todo y se restaurarán los bloques de piedra dañados, una actuación que se efectúa en un monumento declarado Bien de Interés Cultural.