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La ciudad se llena de piscinas

Cort otorga un centenar de licencias para instalaciones acuáticas en seis meses, una tendencia al alza en los últimos años

Una piscina de poca profundidad y vistas espectaculares a la Catedral en la azotea del hotel Nakar. s. mayans

Tradicionalmente, las piscinas han estado asociadas a chalés y urbanizaciones residenciales a las afueras de la ciudad, sin contar las inherentes a los establecimientos hoteleros de la Platja de Palma. Sin embargo, la transformación de Ciutat los últimos años con la implantación del turismo urbano y el alquiler vacacionallquiler vacacional ha llevado aparejada la proliferación de todo tipo de instalaciones acuáticas en las azoteas de los edificios, sobre todo del centro histórico, y en los patios de las casas situadas entre medianeras. "Solo hay que mirar el Google Maps para comprobar la cantidad de puntos azules que se ven en determinadas zonas", dice Joan Forteza, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma.

Desde el inicio de legislatura, asiste cada martes al consejo de la gerencia de Urbanismo de Cort, donde ha detectado un aumento progresivo de las licencias para piscinas, tanto dentro de nuevas construcciones como incluidas en reformas y/o ampliaciones o modificaciones de autorizaciones previas. El Ayuntamiento no tiene contabilizadas cuántas piscinas hay en total en Palma, aunque en los seis meses que llevamos de año ha dado vía libre a la creación de un centenar, según los datos del orden del día del consejo que ha analizado Forteza.

Además, "estimamos que hay alrededor de un 30% que han sido instaladas sin licencia, sobre todo prefabricadas, aunque también hay que hacer obras y se necesita una autorización municipal", tal como recuerda el presidente de la federación vecinal. Las miles de piscinas que puede haber en el municipio suponen "un impacto negativo para el medio ambiente debido a la gran cantidad de agua que consumen", añade. "Aunque este año no haya sequía, se trata de una situación excepcional, mientras continúa la concesión de licencias para piscinas que se llenan con la red municipal de agua o camiones cisterna, que se nutren de pozos y acuíferos", tal como lamenta el portavoz sobre esta explotación de los recursos naturales.

Usar agua de lluvia

Por este motivo, la Federación plantea la posibilidad de que el Ayuntamiento obligue a quienes quieran construir una piscina a que también instalen un depósito para almacenar agua de lluvia y abastecerse con ella en lugar de llenarla a través de la red pública o contratando camiones. "No se puede modificar el Plan General para prohibirlas, porque están homologadas, pero sí se puede exigir a los promotores que haya un depósito de agua. Tendría que ser inherente a la concesión de la licencia", afirma Forteza.

Recuerda que las viviendas unifamiliares ya están obligadas a tener un depósito en caso de que se produzca una bajada de agua en la canalización municipal, por lo que su propuesta consiste en ampliar la exigencia para quienes quieran tener una piscina, tanto casas unifamiliares como pisos y apartamentos.

Como ejemplo, señala que en el último consejo de la gerencia de Urbanismo se aprobaron seis; en la reunión del martes anterior, cuatro; y el 12 de junio, nueve más. Ese día hubo licencias de nueva construcción de dos viviendas unifamiliares entre medianeras con piscina en la primera línea del Molinar, otra unifamiliar aislada en la zona de Son Espanyolet y una en la urbanización Puntiró, además de una reforma con la construcción de una piscina en el Coll d'en Rabassa y tres modificaciones de licencia con piscina en Son Vida y una en Puntiró. En el resto de gerencias de Urbanismo de junio se aprobaron reformas o nuevas licencias con piscina en barrios como Son Vida, Gènova, Son Xigala, Puntiró, Cala Major, les Meravelles, Son Rapinya, Son Espanyolet y el Rafal Vell, en este caso prefabricada.

Esta clase de piscinas que no requieren construcción, sino su instalación y adaptación, son las que se utilizan sobre todo en las azoteas de los edificios, es decir, las que han proliferado durante los últimos años, aunque el peso que soportan también hace necesario un refuerzo estructural del inmueble, concluye.

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