No estaría satisfecho Alexander Jaume, líder socialista en el Ayuntamiento asesinado por el bando franquista, con la decisión municipal de colocar un soporte metálico que ha partido en dos los bancos públicos que están en el lugar.

A petición de la policía, y tras recibir quejas de vecinos, comerciantes y, sobre todo, de un bar que está en la zona, que "cansados del sinvivir" que, según ellos, les ocasionan los indigentes que se tumban en los asientos públicos, Infraestructuras colocó esas fajas metálicas.

Sin embargo, tal y como el máximo responsable del área de Infraestructuras, Rodrigo A. Romero, indicó ayer a este diario, "hemos llegado a una solución intermedia porque lo que pedían era que quitásemos los bancos. Llevo un año y medio observando esta zona, y jamás he visto los problemas que estos comerciantes denuncian. Los indigentes no causan molestias, ni por la noche tampoco; además Benestar Social tampoco ha indicado que los hubiera".

En su opinión, lo que hay detrás de estas denuncias es "la aspiración de ampliar la terraza de su local; y los bancos le molestan. Estoy seguro de que si hubiésemos colocado bancos individuales como hay en otras zonas se hubieran quejado igual". Añade: "Jamás quitaremos estos asientos para amparar el crecimiento de las terrazas".

El bar que formula la queja es el Express-Art Café, regentado por Antonio Ordinas. Según ellos, "vienen yonquis y dan de comer a las palomas; sobre todo, los viernes por la tarde es un sin vivir. Por eso pedimos que nos pusieran bancos individuales porque así no se pueden tumbar".

Romero explica que la colocación de estos soportes metálicos, que también han llevado a cabo en la zona de s'Hort del Rei, se debe a evitar el daño que ocasionan los skaters que con sus saltos están rompiendo el mobiliario urbano. "Hicimos una prueba en los bancos que están cerca de la plaza de la Reina porque ahí van mucho los skaters a saltar".

Los cuatro bancos que hay en la plaza de Alexander Jaume son usados por turistas que se toman sus bocadillos y refrescos. Ayer por la mañana, ese fue su destino. Eso sí, con escasa sombra. "Es que no podaron a tiempo, y lo han hecho cuando no tocaba...", se quejan en el bar.