Las condiciones de seguridad exigidas a la Federació d'Associacions de Veïns de Palma para la celebración de la revetla de Sant Joan en el Parc de la Mar obligaron a sustituir las cuatro hogueras previstas en el programa por un pequeño fuego apenas visible. De hecho, buena parte de los asistentes ni se enteraron de la presencia de la fogata, que no merecía ni por asomo que se le aplicara el nombre de fogueró al menos tal como se entiende habitualmente, y no solo en la part forana. Claro que hay quien relaciona este pequeño fogueró con el correfoc infantil que se celebró en el recinto previo a la salida de los 200 demonios adultos y afirman que la minifogata se hizo a medida de estos pequeños protagonistas. Una versión que no coincide con la que da el presidente de la Federació d'Associacions de Veïns, Joan Forteza, organizadora de la velada. Paralelamente también se adoptaron medidas de seguridad nunca antes vistas en este tipo de celebraciones. Además de colocarse obstáculos para la circulación rodada en la zona de d'Alt Murada, buena parte de este paseo se cerró al público mediante vallas, no se dejó acceder a la zona de la fiesta por el camino que bordea el lago pegado a la muralla y se colocaron vallas bordeando el lago, además de carteles que avisaban a los participantes en el correfoc sobre su responsabilidad en el caso de no seguir escrupulosamente las medidas de seguridad.
El pavimento más peligroso
Claro que, tratándose del Parc de la Mar, cualquier acontecimiento que se celebre en este recinto se convierte en sumamente peligroso debido al mal estado del pavimento. Y eso que el Ayuntamiento no ha colocado ningún cartel avisando de esta circunstancia.
Satisfacción de la concejala Angélica Pastor
La concejala de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor, no puede ocultar su satisfacción por la decisión del jefe de la Policía Local, Josep Palauzié, de quedarse un año más en Palma, aunque sea mediante una prórroga extraordinaria de la comisión de servicio de la que disfruta. Pastor temía que Palauzié, por motivos profesionales, personales o de cualquier otra índole, quisiera regresar a Girona, por lo que faltando solo un año par acabar el actual mandato, se quedaba de nuevo sin jefe policial.
