El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Palma, Joan Ferrer, se ha mostrado partidario de limitar la velocidad a 30 kilómetros por hora en todas las calles secundarias de la ciudad que tengan una sola dirección. Se trata de una medida que, de momento, es aconsejada por la Dirección General de Tráfico, aunque su adopción, por parte de los respectivos consistorios, no es obligatoria.

Ferrer recordó que Palma está integrada desde hace años en la Red Europea de Ciudades por la Bicicleta, asociación que promueve, entre otras medidas que faciliten el uso de este vehículo de dos ruedas no contaminante como sistema alternativo a la movilidad en las ciudades, la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora, una medida que ya se aplica desde hace años en todas las calles del centro histórico.

Esta medida no se aplicaría en las calles de acceso a la ciudad ni en otras como las Avenidas. Según el concejal, a esta velocidad se facilita muchísimo la circulación en bicicleta y se posibilita que estos vehículos puedan circular con seguridad por todas las calles secundarias utilizando la misma vía que los coches, sin necesidad de segregar carriles específicos.