La Autoridad Portuaria sugiere al Real Club Náutico de Palma (RCNP) que construya un aparcamiento subterráneo con el fin de paliar la falta de plazas públicas en la zona debido a la actividad que genera el club. Lo propuso ayer el director del Puerto, Juan Carlos Plaza, en una reunión con los socios del Náutico en la que les informó de las condiciones que el organismo estatal plantea para ampliar el plazo de la concesión, que finaliza en 2022 y puede ser prorrogado hasta el 2034.

El presidente del RCNP, Javier Sanz, explicó tras el encuentro que el proyecto de renovación de las instalaciones que presentarán para continuar gestionando el club no contempla un parking subterráneo. Argumentó que es una infraestructura muy costosa, que habría que construir bajo el nivel freático; y ya cuentan con 228 plazas de estacionamiento en superficie dentro del recinto del Náutico. "No creo en la necesidad del aparcamiento, sino en invertir en las instalaciones para seguir desarrollando las actividades que realizamos, ya que ahora tenemos poco espacio", añadió.

El proyecto "incluirá un nuevo edificio con aulas, vestuarios, gimnasio y hangares para vela y piragüismo", tal como enumeró, en el solar de un inmueble que ahora pertenece a la Autoridad Portuaria, pero lo cederá al RCNP a cambio de que derribe otro que linda con la capilla de Sant Elm. Se trata de una edificación de una planta donde hay un restaurante y varias empresas náuticas.

Sanz explicó que la inversión prevista rondará los seis o siete millones de euros y que no han presentado el proyecto básico a la Autoridad Portuaria debido a que deben "reestructurar el modelo económico para ajustarse a los 12 años de concesión".

El auditorio del club donde se celebró el encuentro estaba lleno. Se realizó un día después de la asamblea ordinaria de socios, a la que acudió mucha menos gente. La reunión fue convocada por el presidente de la Autoridad Portuaria, Joan Gual de Torrella, pero finalmente excusó su asistencia por encontrarse en Menorca, tal como manifestaron desde el Real Club Náutico de Palma. Había una gran expectación porque el organismo estatal afirmó a finales de mayo que el millar de amarres del RCNP se debían destinar a los socios y no podían tener un fin comercial. Si querían ampliar la concesión, tampoco permitiría barcos con más de 12 metros de eslora, como ocurre ahora hasta los 20 metros.

El presidente del club aseguró ayer que la Autoridad Portuaria les informó el lunes día 18 de que "se mantendrán las condiciones de la concesión primigenia que hacen referencia a la eslora máxima de la instalación", es decir, de 4 a 20 metros, por lo que "no se modifica la situación actual", en palabras de Sanz. Sin embargo, otras personas que asistieron a la reunión de ayer afirmaron que desde el Puerto reiteraron que el 80% de los amarres (los de base) deberán tener un máximo de 12 metros de eslora (el resto son para transeúntes). La finalidad es que no sean ocupados por grandes embarcaciones de recreo.