Las biblioparadas han llegado a la ciudad. Dos marquesinas de autobús permiten desde ayer el intercambio de libros, ya que en un lateral insertado a la estructura de cada una hay una estantería llena de ejemplares. La iniciativa, llamada #estoesunabiblio, ha sido impulsada por el colectivo Arquitectives con la colaboración de la EMT, que se ha basado en el diseño creado por Marc Vives.

Los usuarios de las paradas situadas en la calle General Riera número 77 y en Pasqual Ribot 41 pueden coger un libro, cambiarlo por otro, llevar libros nuevos o devolver el que cogieron cuando terminen de leerlo, tal como se explica en las dos biblioparadas.

La finalidad de estos puntos de intercambio de libros, que existen en otras ciudades del mundo, es fomentar la lectura en un lugar tan cotidiano para los usuarios del autobús como son las paradas. Se trata de "una idea innovadora que combina el transporte público con la cultura", según el alcalde de Palma, Antoni Noguera, que ayer acudió a la presentación de la nueva iniciativa. Para el concejal de Movilidad de Cort, Joan Ferrer, "la cultura es transversal y con las biblioparadas se quiere reutilizar un espacio solo pensado hasta ahora para la movilidad". El área de Cultura ha colaborado en la primera aportación de libros y su coordinadora, Francisca Niell, se comprometió a "ir renovando el fondo" de las marquesinas.

Desde Arquitectives, Cristina Llorente explicó que presentaron la propuesta al Ayuntamiento tras la buena acogida que tuvo una iniciativa similar en las cabinas de teléfono que estaban vacías.

Para dar a conocer las paradas con libros entre los usuarios, dos miembros de Poetry Slam, Tomeu y Alba Ripoll, realizaron una lectura de textos en autobuses de la EMT y repartieron puntos de libro entre los pasajeros, como por ejemplo los que ayer circulaban por General Riera.