Los primeros derribos del poblado de Son Banya se produciran a partir del próximo mes de julio, después de que la junta de gobierno del Ayuntamiento de Palma ha adjudicado esta mañana las obras a la empresa Vitrac por un importe de 413.438 euros.

Según ha explicado la concejala de Servicios Sociales, Mercè Borràs, a finales de este mes se reunirá la comisión de seguimiento para planificar los trabajos y la política. Se prevé que los primeros derribos se inicien por las 17 chabolas de las 45 con orden de desahucio, que van a abandonar el poblado voluntariamente. A medida que abandonen su barraca se va a proceder a su derribo para evitar que vuelva a ser ocupada. A partir de septiembre se procederá a dar cumplimiento de las órdenes de desahucio del resto de chabolas de forma escalonada. Los trabajos de estre primera tanda de demoliciones deben haber concluido en seis meses.

El Ayuntamieno solo dispone en estos momentos de 15 viviendas de las 17 que necesita para las familias que abandonarán Son Banya voluntariamente, por lo que la concejala ha hecho un llamamiento a la solidatidad de los vecinos para que pongan a disposición casas. Del resto del poblado, los Servicios Sociales están trabajando con otras 28 familias más que han manifestado su intención de abandonarlo voluntariamente con el fin de determinar si se pueden acoger o no al programa de ayudas al realojo.

La demolición de estas 45 chabolas estaba fijada por el juzgado inicialmente para mediados del pasado mes de abril. No obstante, tras una reunión de la comisión de seguimiento, integrada por técnicos municipales y de las policías Nacional y Local se acordó solicitar el aplazamiento de los desahucios previstos.

Precisamente, una de las razones de este aplazamiento consistió en el hecho de que el Ayuntamiento en aquel momento aún no había adjudicado las obras de demolición. Se consideró que el denominado Plan B, propuesto por la concejalía de Servicios Sociales, consistente en proceder al tapiado de las chabolas que se iban vaciando "no era viable".

Con el nuevo plan se prevé ejecutar los desahucios y los correspondientes derribos de las barracas de forma escanolada, a razón de entre "cuatro y cinco al día", en función de las órdenes que se vayan dictando por el juzgado.

Para el desalojo y el correspondiente derribo de las 16 chabolas ocupadas por las familias que quieren abandonar voluntariamente el poblado no se necesita disponer de una nueva orden judicial.