Ni "faro" inteligente, ni centro cultural, ni residencia para artistas. El futuro del edificio de Gesa va a tener que supeditar sus usos a un proyecto que respete la protección de Bien Catalogado. Kika Coll, directora de patrimonio del Consell, fue tajante: "Es un edificio catalogado y sus posibles usos van a tener que respetar la propia idiosincrasia del inmueble".
Esta viene determinada por la arquitectura de Ferragut, del muro cortina de su fachada, que no puede tocarse; así como el respeto absoluto a su planta interior. "Debe ser libre, y las columnas originales tendrán que mantenerse. No se puede compartimentar su espacio", añadió Coll.
"Si el edificio quisiera convertirse en hotel o en vivienda tendrá que presentar un proyecto que respete las características de Bien Catalogado", incidió. Cualquier proyecto deberá contar con el aprobado de la comisión de centro histórico, del Ayuntamiento, y la de Patrimoni, del Consell.
Cort anunció esta semana que va a entregar las llaves a Endesa en virtud de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Balears, emitido el pasado mes de diciembre, según el cual se anula el proyecto de reparcelación del sector aprobado definitivamente en 2009.
Desde Endesa, ayer se indicó a este diario no saben cuándo 'se entregará' el edificio pero sí que hay algo claro sobre su futuro: "En estos momentos se ha de encontrar una solución global que satisfaga nuestros legítimos intereses como empresa y que además beneficie a la ciudad", indicó un portavoz de la empresa de electricidad.
Sí que incidió en que "cada día que pasa es un perjuicio para el edificio, y la ciudad". "Nosotros lo entregamos en perfectas condiciones el 31 de octubre de 2008, y diez años después da pena comprobar cómo está".
José Hila, regidor de Urbanismo, recordó esta semana que se retrotrae el planeamiento al que estaba en vigor en 2003, cuando el edificio de Ferragut debía derribarse y levantar viviendas de alto poder adquisitivo en primera línea, conforme al Plan Busquets que afectaba a la fachada marítima del litoral de Llevant. Sin embargo, por vaivenes políticos, el Consell evitó esta posibilidad al declararlo Bien Catalogado.
