El Servicio de Acogida Municipal para Víctimas de Violencia de Género (SAMVVG) contará con más plazas este año y nuevas instalaciones. Allí acuden mujeres y niños buscando seguridad o un lugar donde vivir.

Actualmente, la casa de acogida hospeda a 12 mujeres, cuatro niñas y dos niños, mientras que en los pisos tutelados viven otras dos mujeres, tres niños y una niña. La capacidad actual es de 30 plazas en el casal y otras 20 en viviendas. Este servicio de acogida, según Toni Colom, técnico de Igualdad de Palma, les permite "pasar de víctimas a supervivientes de la violencia de género" y recuperar la normalidad, además de proporcionarles un sitio "seguro" para vivir.

"Una madre, si no tiene un lugar para ir con los niños, no huirá de la violencia", explica Colom para remarcar la importancia de contar con la casa de acogida y los pisos, que son cuatro actualmente. Por ello, "estos equipamientos siguen siendo de primera necesidad", recalca el técnico.

Aligi Molina, regidor de Igualdad de Palma, informa que se destinarán 350.000 euros a la compra de nuevos pisos. Además, se está reformando un edificio municipal para que pase a ser la nueva casa de acogida central, que es el primer lugar al que van las mujeres y niños víctimas de violencia de género cuando dejan su casa y no tienen alternativa.

Dónde acudir

Por lo general, es la Policía o los servicios sociales los que informan a las mujeres de este centro de acogida y las acompañan allí. Pero también pueden pedir ayuda ellas directamente, ya sea por teléfono al 971 46 58 09 o acudiendo al tercer piso del centro Flassaders, en la calle Ferreria de Palma.

Durante el pasado año, 39 mujeres y 22 menores llegaron a la casa de acogida. Se sumaron a las 13 mujeres y 14 niños que lo habían hecho a finales de 2016 y aún permanecían en sus instalaciones, por lo que durante 2017 se acogió a un total de 88 usuarios.

Las estadísticas reflejan que durante los años de crisis económica aumentó el número de mujeres acogidas. La hipótesis que baraja Colom es que durante ese periodo, al igual que el resto de la sociedad, las víctimas de violencia de género tenían más dificultades para encontrar una vivienda.

Los profesionales que trabajan allí, entre los que siempre hay una psicóloga de guardia, también acompañan a las mujeres cuando deben ir al juzgado o a cumplir con algún trámite relacionado con la denuncia al maltratador.

Sin embargo, en este punto, Aligi Molina quiere destacar que las víctimas no están obligadas a denunciar para poder ser acogidas por este servicio municipal. De hecho, el 27,4% de las mujeres atendidas el pasado año no había denunciado a su maltratador.

No hay un único perfil al hablar de estas víctimas. El tiempo que cada una necesita para recuperar una vida normal depende del tipo de violencia que ha sufrido, de la red social con la que cuenta y de los recursos económicos de los que dispone.

Pero el dato que de verdad preocupa a los técnicos es que más de la mitad de las víctimas, un 57%, entra en el sistema de acogida de forma "urgente", tras un conflicto, una paliza, unas amenazas de muerte... Su deseo es "que haya más entradas programadas para que no sea tan traumático", comenta Toni Colom. Lo ideal es que la mujer pudiera preparar la documentación básica, lo que necesite, y también que prepare a sus hijos para ir al centro de acogida municipal.