Los vecinos del barrio Sindicat aseguran que en la plaza Mercadal "se ha instaurado" el consumo y venta de droga de tal manera que ya afecta a la vida normal de los residentes. También se quejan de que en la Porta de Sant Antoni "siempre hay coches en doble fila para llevar a compradores a Son Banya", un problema que se arrastra desde hace años y que exige la vigilancia constante de la Policía Local.

"Yo crecí en un ambiente tóxico, pero no quiero que vuelva a ser así por dejadez", explicó ayer una vecina de la plaza Mercadal a este diario. Según detalló, las arcadas del edificio donde está el centro de día para personas mayores S'Estel, gestionado por el Ayuntamiento de Palma, se han convertido en "punto de peregrinaje" de drogodependientes, no solo de sin techo, y su presencia impide que los trabajadores del centro social abran las ventanas del comedor.

Estas arcadas siempre han sido refugio de algún indigente, pero esta vecina denunció ayer que ahora son toxicómanos que consumen allí mismo y que también venden droga a otros.

Esta mujer aseguró que los vecinos han llamado al 010 y a la Policía local y a la Nacional para comunicar sus quejas, al igual que al policía de barrio, aunque no se había presentado una denuncia formal.

Por parte del área de Bienestar del Ayuntamiento de Palma, responsable del funcionamiento del centro de día S'Estel, se aseguró ayer que no tenían "constancia" de este problema, pese a que la fotografía que acompaña esta información refleja lo denunciado por la vecina, unas persianas cerradas a cal y canto, bloqueadas por numerosos enseres de personas que pernoctan allí.

Un portavoz de la Policía Local confirmó ayer que en la plaza Mercadal "hay una problemática desde hace tiempo", que no hay registradas más quejas de las habituales en esta zona, y achacó el origen de las mismas a la presencia de indigentes, no de drogodependientes. También aseguró que en cuanto hay una llamada de algún vecino, los agentes se desplazan hasta allí.

Pero el malestar de los vecinos de Sindicat también se debe a los coches que aparcan en doble fila en la Porta de Sant Antoni para hacer de 'taxis' a quienes quieren abastecerse de droga en Son Banya. "Los ves durante todo el día y los reconoces por la mala pinta y por los usuarios", comentó la vecina.

El portavoz de la Policía Local confirmó que la situación es como la descrita por la vecina y que los agentes vigilan "todo el día" este punto. De hecho, las operaciones policiales contra las cundas (estos vehículos particulares) se realizan desde hace años y esta plaza es uno de los puntos neurálgicos donde se llevan a cabo.