Los artesanos y artistas del mercado de s'Hort del Rei montaron ayer sus puestos, pese a que no les tocaba. Lo hicieron para protestar y por ello, junto con su trabajo, expusieron pancartas y carteles en diferentes idiomas para denunciar la actitud del Ayuntamiento. Maria Oliver, presidenta del Gremio de Oficios Artesanos y de Artistas, integrado en la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem), acusó al alcalde de Palma de permitir la "economía sumergida" al no perseguir la venta ambulante ilegal.

Respeto por nuestro espacio los días de mercado o Políticos Regularización venta ambulante ilegal ¡Ya! fueron algunas de las pancartas que los artesanos expusieron.

La presencia de vendedores de top manta, pero también de otros artistas que se instalan en s'Hort del Rei sin pagar la tasa municipal correspondiente, y que pueden llegar a ser hasta 200, según Oliver, conlleva pérdidas de hasta el 50% en comparación con otros años, explicó la presidenta de los artesanos.

"La del año pasado fue una temporada horrorosa. Desde que empiezan a venir, nuestra caja comienza a bajar", denunció Oliver sobre la competencia desleal que supone la presencia de estos artistas y vendedores, por lo que exigen que quede prohibida con una nueva ordenanza que todavía no se ha aprobado.

Oliver acusó directamente a Antoni Noguera, alcalde de Palma, de conocer y permitir esta situación, a la que, según dijo, se suman cada vez más personas: "Gente que hace mercados en otros sitios, se ponen a vender aquí. Gente que estaba asegurada en la Seguridad Social se ha dado de baja, porque le es más rentable. Aquí, como no dicen nada, no tienes por qué pagar seguro. El alcalde nos promete que lo arreglará, pero no se arregla y cada día hay más".

Según la artesana, la Policía Local les ha indicado que los otros vendedores tienen permiso verbal para poder ocupar espacio público, poner una mesa y una sombrilla, por lo que a ojos de los turistas no se puede distinguir quién está de forma legal y quién no.

Oliver se quejó de que los gastos fijos de un artesano ascienden a 500 euros mensuales, cifra que no varía pese a que sus ventas han bajado debido a la competencia desleal, ya que cuando los turistas llegan a su mercado han pasado por "60 o 70" puestos de venta.