Este mismo fin de semana, la capilla de San Alonso en el bosque de Bellver apareció mancillada con dos pintadas dirigidas a Felipe VI. En una de ellas se lee “Felipe hijo de puta” y “Fuck the King”. Delante, y ya sobre el suelo, en letras de molde se lee “Justicia corrupta”. La asociación que vela por el patrimonio, Arca ha pedido al Ayuntamiento que haga efectivo “de manera inmediata” su “compromiso de erradicar las pintadas en Palma”.

Dos meses atrás, en el Pleno de marzo, Cort aprobó un compromiso según el cual reconoce “el grave problema de las pintadas sobre bienes particulares y colectivos”, sobre todo como el último caso, cuando éstas se realizan sobre piedra viva o marés. En ese compromiso se estableció la adopción de medidas para prevenir, restaurar e investigar las agresiones y a sus autores. Por ello, desde Cort se indicó que se iban a establecer relaciones con otras administraciones para atajar en equipo un problema que afecta a todos.

Las pintadas se han llevado a cabo sobre elementos protegidos como la muralla del Baluard del Príncep, en edificios del centro histórico y en monumentos públicos. Son numerosos los ejemplos