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Ideas para el futuro Contramuelle

Un concurso arquitectónico y de ingenieros servirá para reordenar la zona de los pescadores e integrar el puerto en la ciudad

Ideas para el futuro Contramuelle

El oratorio de Sant Elm dejará de pasar desapercibido para los transeúntes de los jardines que hay junto al torrente de sa Riera. La capilla del siglo XIV quedará totalmente despejada y recobrará su esplendor cuando se ejecute la remodelación de toda la zona del Contramuelle Mollet, porque los inmuebles que la flanquean serán derribados y en ese espacio no se construirá nada. No es la primera vez que la iglesia sufre un cambio radical, ya que originariamente estaba en la calle del Mar y acabó convirtiéndose en una tasca. Para evitar su degradación, en los años 40 fue trasladada piedra a piedra a su

Dar al oratorio la importancia que merece es una de las muchas propuestas del concurso de ideas de la Autoridad Portuaria, que esta semana ha aprobado sacarlo a licitación. También se actuará en el gran espacio que ocupan los muelles de pescadores, la lonja y la empresa Astilleros de Mallorca, donde se demolerán la mayoría de los edificios. Los participantes podrán modificar los jardines de Sant Elm y destinar a uso náutico de recreo la lámina de agua aún disponible tras haber proyectado lo necesario para la flota pesquera y el futuro Museo Marítimo, que se construirá en este lugar.

La entidad portuaria presidida por Joan Gual de Torrella impulsa este concurso arquitectónico y de ingeniería con el fin de "repensar y reordenar la zona para integrar el puerto en la ciudad y que sea disfrutado tanto por residentes como por visitantes". El jurado de expertos que deberá seleccionar la propuesta ganadora mirará con lupa que haya una apertura hacia Ciutat y valorará además que se diseñe una conexión con el actual proyecto de reforma del paseo Marítimo que prepara Cort y el que hará el Real Club Náutico de Palma para ampliar su concesión hasta el año 2034. La integración con el casco urbano empezó de forma tímida con la remodelación del Moll Vell, continuará con la gran reforma del Club de Mar tras el verano y culminará a medio plazo con la transformación del Contramuelle Mollet.

Se trata de la actuación más destacada de la próxima década en el dominio público portuario y esta semana se han sentado las bases de cómo será. Un requisito básico es que los participantes en el concurso de ideas tienen que mantener la industria pesquera en la zona, aunque con un nuevo edificio que albergue la lonja de pescadores, almacenes para los pertrechos y las oficinas para la cofradía, así como un secadero de redes y todo lo que requieran los profesionales de la pesca. Pese a que el pliego no lo contempla, el patrón mayor de la cofradía de Sant Pere, Rafael Mas, ha pedido en varias ocasiones eliminar la barrera que separa la calle del muelle con el fin de abrirlo a los paseantes. Esta propuesta cuadra con la integración prevista por la Autoridad Portuaria.

Además, la APB solicita que el Museo Marítimo se ubique en la parcela ocupada por Astilleros de Mallorca y que se mantengan las alineaciones del cantil de los muelles. No obstante, el jurado admitirá cambios en caso de que estén bien justificados, aunque no permitirá de ningún modo la supresión de los característicos arcos ojivales de la fachada del edificio del muelle de pescadores, que tienen que ser preservados "por su carácter emblemático en la estampa del puerto". También se valorará "la idoneidad de las edificaciones, el acierto urbanístico y arquitectónico, y la sostenibilidad e innovación ambiental", como detalla el pliego.

El Colegio de Arquitectos de Balears formará parte del jurado del concurso y se ha reunido con el organismo estatal para hablar de la remodelación, que "no solo se hará desde el punto de vista de los edificios, sino que será como un plan parcial, ya que hay que pensar en la reordenación global de calles, zonas verdes, espacios libres, aparcamientos y parcelas edificables tras la demolición de los inmuebles", como afirma el presidente de la Demarcación de Mallorca del COAIB, Nacho Salas.

Derribo de edificios

Antes de seleccionar el proyecto ganador, la Autoridad Portuaria ha comenzado el derribo de las edificaciones de su propiedad que están en desuso con el fin de esponjar la zona. El primero se hizo a finales de marzo y ahora hay una explanada cimentada con seis árboles recién plantados en un lateral, junto a los jardines de Sant Elm. La construcción que se demolerá en breve está al lado y, cuando desaparezca, el oratorio quedará más visible. Entre ambas, sumaban más de 9.000 metros cuadrados de edificabilidad al inicio de la calle Contramuelle Mollet. En los números 10, 10 A, 12 y 14 se encuentra otro edificio amarillo similar a los anteriores y ocupado actualmente por locales, oficinas y pertrechos del puerto. También pertenece a la APB, pero lo cederá al Real Club Náutico de Palma con la condición de que lo derribe, construya en esa parcela uno nuevo con menos volumen y elimine además la edificación de una planta situada en los jardines, donde está la cantina del club y varias empresas náuticas. Este será un espacio libre.

El proyecto de reforma que el Náutico tiene que presentar para poder ampliar la concesión, que finaliza en 2022, será una pieza importante de la reordenación global. Por su parte, la empresa que gestiona la lonja del pescado ya ha acabado su concesión, tras 25 años de gestión, aunque tiene autorización para seguir hasta que la entidad portuaria adopte la decisión sobre el nuevo edificio. Además, Astilleros de Mallorca permanecerá en sus instalaciones hasta 2027, año en el que termina su concesión y deberá marcharse a los muelles comerciales, que ya acoge otros astilleros, como por ejemplo el de STP.

A partir de ahora, todo pivotará en torno al proyecto que salga tras el concurso de ideas convocado para la remodelación urbanística del Contramuelle, cuyo equipo ganador aportará las bases para redactar el futuro Plan Especial del Puerto, ya que el actual data de 2007. Las propuestas serán anónimas y el jurado escogerá la que considere mejor. El primer premio estará dotado con 20.000 euros y también habrá dos segundos premios de 10.000 euros y tres terceros de 5.000 euros.

Para agilizar la transformación del ámbito de actuación, la APB podrá impulsar la redacción de un proyecto concreto basándose en las ideas del concurso y con la participación de los premiados, todo ello con el fin de lograr que el puerto vuelva a ser una parte importante de la ciudad.

El Náutico deberá resolver su problema de aparcamiento

La Autoridad Portuaria ha solicitado al Real Club Náutico de Palma que resuelva la falta de aparcamiento que provoca en la zona del Contramuelle Mollet, sobre todo cuando se celebran actividades náuticas, como por ejemplo las regatas, debido a que actualmente los usuarios ocupan las plazas de estacionamiento públicas. El organismo portuario recuerda que el resto de clubes tienen sus propios parkings.

A ello se añade el anuncio de la entidad estatal de dejar en el aire la construcción del aparcamiento subterráneo frente al edificio gótico de la Llotja, en el Moll Vell, hasta consultar con las entidades ciudadanas que han sido críticas con la medida. El presidente de la APB, Joan Gual, quiere reunirse con ellas para valorar “qué es lo más conveniente antes de adoptar una decisión”, tal como afirmó el pasado jueves.

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