La Defensora de la Ciudadanía, Anna Moilanen, denunció ayer ante el pleno del Ayuntamiento de Palma que Cort "va a remolque de los problemas en lugar de anticiparse a ellos".

En la memoria correspondiente al año pasado, Moilanen puso de manifiesto que "la ciudad se enfrenta a problemas complicados cuya gestión requiere una administración ágil y eficiente" para que estos no se enquisten.

Señaló como principales cuestiones a las que se enfrentan los ciudadanos "la falta de vivienda o la dificultad de acceder a ella, el ruido, la suciedad y el mantenimiento de las infraestructuras".

En relación a las recomendaciones transmitidas y a los responsables de las diferentes áreas la Defensora afirmó que la Administración debe mejorar "en los tiempos de respuesta a la ciudadanía, el seguimiento de decretos y resoluciones emitidas al ciudadano y la eficiencia para corregir los errores".

Moilanen aseguró que una de las mayores preocupaciones de su oficina consiste en "la falta de capacidad de la Administración para el seguimiento y control en la aplicación de los reglamentos y ordenanzas". Asimismo, señaló que el Ayuntamiento "debe invertir energías para poder anticiparse a los problemas para poder tomar decisiones y resolverlos de forma efectiva".

La Defensora definió 2017 como el año de la "consolidación de la oficina, por el nombramiento de Vicente Rodrigo como Defensor adjunto y el aumento del equipo profesional, y de expansión en relación con el trabajo con los sectores más vulnerables como son los colectivos con discapacidad, personas mayores, personas prostituidas o el trabajo en las barriadas con riesgo de exclusión de la ciudad".

En su discurso, reivindicó "la importancia de la autonomía e independencia de su figura para poder ser efectiva en la defensa de los derechos de los ciudadanos" y destacó "la valentía por parte de los responsables políticos, lo que demuestra madurez democrática sin que la Defensora ocupe el lugar de los representantes legítimamente elegidos por los ciudadanos".