María Carmen Monroel apenas ha podido disfrutar ese minuto de gloria junto a su "ídolo" Patrick Swayze en su papel de Johnny, en Dirty Dancing.

La compañía que desde hoy da vida al popular musical en el Auditorium se ha echado a la calle. Los artistas se han subido al bus turístico en el teatro del paseo Marítimo para dirigirse a la plaza de España donde entre paseantes y turistas despistados, se encontraban Mari Carmen y su madre Julia García. "Lo hemos escuchado en la radii, y aquí estamos", cuentan.

El grupo ha bajado del bus sin bailar. Se han colocado bajo la estatua de Jaume I y han posado en tres tomas diferentes. Unas diez personas les han tomado fotos. Baby y Johnny han regresado al bus junto al resto de amigos de las pandillas de un musical que sigue moviendo a sus incondicionales.