El equipo de gobierno del ayuntamiento de Palma está dispuesto a adelantar a las once de la noche el horario de cierre de las terrazas situadas en la zona de sa Llonja, con el fin de paliar el ruido y las molestias que provocan a los vecinos.

La respuesta municipal a la demanda vecinal, que exige que se aplique una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) de 2014 que les da la razón y en la que se afirma "que los derechos de los residentes de la zona están siendo vulnerados" y recuerda "la obligación municipal de protegerlos", es consecuencia de la petición realizada en febrero de este año por la asociación del Puig de Sant Pere.

Esta asociación, en base a esta sentencia y otras anteriores, y con los resultados de las mediciones sonométricas realizadas por la empresa Avalua a lo largo de todo el año pasado, así como el ensayo sobre el índice de ruido realizado por Labartec, solicitó al equipo de gobierno que el pleno del Ayuntamiento de Palma apruebe de nuevo la declaración de sa Llonja como Zona Acústicamente Contaminada (ZAC).

Como consecuencia, piden la adopción de una serie de medidas correctoras que van más allá que el adelanto del cierre de las terrazas, ya que exigen también el de los establecimientos.

En concreto, solicitan que los locales tengan que cerrar a las doce de la noche los días laborales y a la una de la madrugada los fines de semana y festivos. En estos momentos los establecimientos pueden permanecer abiertos al público hasta las tres de la madrugada los viernes, sábados y vísperas de festivo y hasta la una de la madrugala los días laborales.

Asimismo, exigen la reducción "como mínimo" de la actual ocupación de las terrazas en un 50%, así como la prohibición de que las motocicletas puedan circular por las calles del Área de Circulación Restringida (Acire) de la zona.

Otra petición vecinal para evitar el ruido que se genera en la zona como consecuencia de la concentración de locales y de sus clientes, consiste en el compromiso por parte del Ayuntamiento "de no autorizar mercados ambulantes u otras actividades que sirven como reclamo a las personas en horario nocturno".

También solicitan que la declaración de Zona Acústicamente Contaminada se mantenga hasta que se consolide la adopción de las medidas contempladas en las Zonas de Especial Protección incluida en la ordenanza municipal contra los ruidos y las vibraciones.

La petición vecinal también se sustenta en la recomendación del Defensor del Pueblo y en la sentencia 541/99 en la cual "se declara el derecho de los recurrentes (la asociación vecinal) de que el Ayuntamiento de Palma proceda a la imposición de límites en el horario de funcionamiento y apertura al público tanto para las actividades existentes como para las que puedan autorizarse en los locales afectados por la declaración de ZAC de una zona del barrio de sa Llonja".

Además, afirman que todas las medidas sonométricas realizadas tanto en los veranos de 2012 y 2013, los realizados por Cort el de 2014 y por los afectados en 2016 y 2017, "no solo reflejan una realidad de contaminación acústica en sa Llonja, sino su permanencia en el tiempo".