Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Historia

Mallorquines en los campos nazis

Palma se incorpora al movimiento internacional 'Stolpersteine', que recuerda a las víctimas con un adoquín en un lugar clave

Cuando Sebastià Simó Navarro alzó la mano en la clase para contar que su bisabuelo Miquel Navarro Campomar había sido uno de los prisioneros en un campo de concentración nazi no podía imaginar que iba a ser el detonante que traspasara las paredes del aula del colegio Nuestra Señora de Montesión. Su propuesta de colocar una placa que recordase al tesorero del Partido Socialista que al huir del franquismo acabó siendo deportado en 1943 a un campo de concentración, aún hoy desconocido, del que sería liberado dos años después, no va a quedar en saco rato. A partir del gesto del biznieto, la maquinaria de la memoria está en movimiento.

Actualmente, el biznieto de Miquel Navarro está en Gales haciendo un Erasmus. Su madre y su tía cuentan que "en el franquismo no se hablaba nada de este tema. Nuestro abuelo sobrevivió y regresó a Mallorca en 1953 pero nunca se nos contó nada. Éramos pequeñas".

El militante socialista fue regidor en el ayuntamiento republicano, también con Emili Darder de alcalde, fusilado después por los franquistas. Se da la circunstancia de que su hermano taxista, Bartomeu Navarro fue fusilado en son Coletas por haber acompañado al hermano socialista en su huida, primero a Menorca, y después a Francia.

Es solo una pero hay muchas historias de prisioneros mallorquines que en su escapada del franquismo acabaron siendo apresados y conducidos a campos de concentración como el de Mauthausen o el de Flossenürg-Buchenwald.

Algunas de ellas se dieron a conocer en la clase de Sebastià Simó Navarro, en el segundo curso del ciclo formativo (Modelo MIRA, Monti-sion Imaginant, Renovant l'Aprenentatge) que el colegio de los jesuitas ha organizado este año bajo la pregunta Und jetz wohin? ¿Y ahora dónde?

El proyecto consistía en organizar un viaje de trabajo a Alemania. "Como tema transversal de Formación Humana introdujimos el dar a conocer el movimiento artístico Stolpersteine en el país germano", cuentan María Grandío, profesora de alemán, y Aina Rosselló, tutora.

'Stolpersteine'

El artista alemán Gunter Demnig es el alma de este movimiento nacido en los noventa que rinde homenaje a las víctimas del nacionalsocialismo. Se instalan placas de bronce conmemorativas en el lugar de nacimiento o en la última ubicación de la persona antes de ser hecha prisionera. En la actualidad en Alemania hay 610 lugares señalados con estos pequeños adoquines de bronce. También se encuentran en Austria, Holanda, Hungría, Bélgica, República Checa, Noruega, Ucrania, España, Argentina. En total, se contabilizan 60.000 piedrecitas en 22 países. Palma se va a sumar a finales de año a la cadena estos adoquines del recuerdo.

"El proyecto sigue de cerca el ideario jesuítico que se resume en ser consciente, competente, compasivo y comprometido", apuntan las profesoras.

Al escuchar la historia del bisabuelo de Sebastià Simó, toda la clase quiso conocer más del tema. Llamaron a Memòria de Mallorca. Tonina Mercadal dio una charla sobre las víctimas de la dictadura de Franco a todos los cursos de los ciclos formativos y de Bachillerato. Prendió la mecha. "Nos preguntamos qué podemos hacer nosotros como colectivo para recuperar la memoria de aquellos que lucharon por la democracia", contó María Grandío. Colocar una piedrecita que recordase a Miquel Navarro sí, pero no solo. El homenaje crece día a día.

"Cuando vimos la trascendencia del tema, llamamos al Ayuntamiento para proponerles que Palma se adhiriese al movimiento Stolpersteine, e instalase la placa a Miquel Navarro en la última calle de sa Vileta, que es de donde salió el líder socialista antes de su huida", cuentan las profesoras.

Llorenç Carrió, regidor de Cultura y Memoria Histórica, no dudó ni un segundo. Y fue más allá. Además de rendir homenaje a estos perseguidos por sus ideas democráticas, se ha hecho un llamamiento ciudadano para descubrir más personas de Mallorca, o que vivieran aquí, para incluirlas en este homenaje.

En un primer momento se localizaron a diez personas que estuvieron en campos de concentración nazis. No es que se hayan descubierto ahora puesto que estudios históricos de autores como Xicu Lluy Torres o David Ginard o Manel Suárez y Elena Rodríguez ya han trabajado el tema. Pero Palma quiere recordarles con este homenaje, que fieles al Talmud "una persona solo se olvida cuando su nombre se olvida", va a imprimir sus nombres sobre las chapas de bronce. A finales de año.

Eugenio Balduz, Manel Molina, Gabriel Mora, Miquel Navarro, Miquel Oliver, Pascual Pomar, Guillem Torrens, Rafael Xamena, Jaume Rabassa y Josep Roy. In memoriam. A los que se han sumado dos nombres, los de Josep Maria Juan y José María Aguirre.

Compartir el artículo

stats