El punto negro que desde hace años constituyen las baldosas en mal estado de la plaza de España baldosas en mal estado de la plaza de Españase cobró, en enero del 2010, otra víctima en la persona de una señora que tropezó con el pavimento y sufrió graves lesiones en un hombro. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) ha condenado ahora a Cort a abonar a la víctima casi 56.000 euros, más los intereses de esa suma, por los daños y las secuelas sufridas.

Los hechos se remontan al mediodía del 14 de enero del 2010, cuando una señora paseaba por la plaza de España acompañada de su hijo. La mujer que estaba convaleciente tras sufrir un infarto cerebral, tropezó con una baldosa en mal estado y se cayó. La víctima del accidente sufrió lesiones en el hombro derecho y tuvo que ser intervenida en una clínica de la ciudad. La mujer interpuso una reclamación contra el Ayuntamiento que se opuso a indemnizarla, postura que también mantuvo ante los tribunales.

Cort alegaba que la culpa del tropezón era de la demandante, por caminar de manera distraída, dado que el accidente había tenido lugar en plena luz del día. La Administración también señaló que en la caída habían podido influir las dolencias de la señora: el ictus, la hipertensión y la osteoporosis.

El TSJB, sin embargo, confirma una sentencia anterior del juzgado de lo contencioso-administrativo 1 de Palma, que dio la razón a la víctima.

El accidente fue debido "al mal estado de las baldosas, tratándose de un espacio público peatonal, existiendo deficiencias que lo convertían en un riesgo para los peatones, habiendo incumplido el Ayuntamiento demandado el deber de mantener en debidas condiciones él mismo", afirmó el primer fallo judicial. Por otro lado, los dos médicos designados para valorar los daños de la víctima, uno designado por ésta y otro escogido por Cort, coincidieron en la cuantía de la indemnización.

Reparadas con urgencia

Como pruebas del siniestro, se aportaron al proceso fotografías realizadas por la Policía Local en el punto de la caída. El hijo de la víctima también testificó que su madre había tropezado con una baldosa, declaración al que el TSJB da credibilidad.

Otro extremo que ratificó la versión de la demandante fue que Cort procedió a arreglar el pavimento en aquella zona poco después de la caída, según destaca la sentencia.

El tribunal, una vez dado por probado que había huecos en la plaza por las deficientes baldosas, pasa a analizar si el accidente fue responsabilidad de Cort o si habría que atribuir a la señora parte de la culpa.

La conclusión es que la caída ocurrió en una zona peatonal, un espacio público donde los transeúntes deben caminar con seguridad y en la confianza de que no habrá obstáculos imprevisibles.

"Quien camina por una acera lo ha de hacer con la tranquilidad y la confianza de que ésta se encuentra en las condiciones adecuadas para su función: el tránsito de personas", afirman los magistrados echando mano a una sentencia anterior.