Las declaraciones del alcalde de Palma, Antoni Noguera, remitiendo al Govern las peticiones para abortar la urbanización de Son Bordoy, junto al Molinar, no han caído nada bien en el seno del Ejecutivo autonómico. La propia presidenta, Francina Armengol, repasó ayer todo el expediente del proyecto, destacando que "el único trámite de esta legislatura ha sido la aprobación del proyecto de urbanización, que tuvo los votos del PSIB, Més y Som Palma y la abstención de la oposición, y el presidente de la junta de urbanismo era Antoni Noguera". "El proyecto no ha llegado al Govern ni hemos tenido ninguna novedad", trató de zanjar ayer la presidenta.

El alcalde de Palma, Antoni Noguera, recordó el lunes que la plataforma Salvem el Molinar debía dirigir al Ejecutivo autonómico su reclamación de desclasificar este suelo urbanizable y, con ello, abortar este crecimiento previsto en esta finca. Noguera tildó Son Bordoy de "pésima ubicación" para el proyecto, e insistió en que es el Govern "quien debe decidir". El alcalde aseguró que Cort apoyaría que el Ejecutivo diera "marcha atrás".

Según el Govern, todavía no ha recibido ninguna información del proyecto ni ha tomado durante esta legislatura ninguna decisión al respecto. Por ello, las palabras de Noguera no han caído bien al ser interpretadas como un intento de desviar la atención hacia el Govern. En este contexto, la presidenta Armengol, al ser preguntada por la prensa, hizo ayer esas declaraciones, descargando en Cort la única decisión tomada esta legislatura. El trámite en cuestión se trata de la aprobación de un informe favorable después de haber subsanado los promotores deficiencias señaladas por Cort en 2015. Este procedimiento, no obstante, todavía no es definitivo puesto que, al tratarse esta zona de una Reserva Estratégica de Suelo, es el Govern quien debe aprobar definitivamente el proyecto de Son Bordoy.

Por otra parte, más allá de la pugna sobre la responsabilidad del proyecto, lo que peor ha caído en el Govern son las acusaciones del grupo ecologista GOB atribuyendo la operación a intereses del PSIB. "Tengo mucho respeto al GOB y precisamente desde ese respeto creo que no debería caer en afirmaciones que son totalmente falsas", respondió con dureza Armengol a los ecologistas.

Una década de trámites

En un duro comunicado, el GOB aseguró que el principal y primer promotor urbanístico de estos terrenos situados en el barrio del Molinar de Palma fue José Miguel García, socio de Vicente Grande, vice-presidente del RCD Mallorca y "miembro de la agrupación del partido socialista en Palma-Ponent cuando el Govern de Francesc Antich, con Jaume Carbonero como conseller" iniciaron el proyecto para construir las 750 viviendas en Son Bordoy. "Hablamos de culminar una operación sospechosa y oscura desde el principio, siempre con gente que se puede relacionar con el PSIB y con la cultura del pelotazo, tejida a través de empresas pantalla y testaferros", concluía el grupo ecologista el comunicado, duramente contestado ayer ante los medios por la presidenta del Govern.

El también socialista teniente de Urbanismo de Palma, José Hila, ya retó el martes a los ecologistas a llevar a Fiscalía su denuncia de corrupción en Son Bordoy.