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Palma a Palma

Patos en las Avingudes

Patos en las Avingudes

Hace muchos años recuerdo haber escrito sobre el Arpa de Agua. La acababan de instalar en lo que entonces era la plaza Hornabeque, hoy Plaça Es Fortí. Una fuente curiosa, situada en una de las pequeñas isletas que sobreviven en medio del tráfico de las Avingudes. Fue una sorpresa su instalación. Hasta tal punto que, mucho tiempo después, intenté averiguar sin éxito el autor de dicho ornamento ciudadano. Nadie tenía la menor idea. Pero el Arpa de agua allá seguía. Con sus chorros intermitentes. Adornando sin demasiado éxito de público esa zona tan densa de la ciudad. A veces apagada, a veces encendida.

Es un elemento al que acabé por coger cariño. Por eso me extrañó hace muy poco encontrar, junto a las caídas de agua y el pequeño lago, una pareja de patos. ¿Patos en las Avingudes?

Pues sí. Allí estaban. Disfrutando de un espacio que, en principio, nadie les disputaría. Los pocos metros cuadrados de césped, el estanquito, y el arpa de agua que va cayendo como varias cascadas diminutas.

A los patos no parecía molestarles el tráfico. Todos esos coches y autobuses que circulan con impaciencia paquidérmica. Ni tampoco todos los vecinos que les miraban desde las ventanas. Caminaban cachazudamente por la hierba. Ajenos a la cantidad de peligros que les rodean.

Ignoro si los patos del Arpa de agua consolidarán su presencia. Si fundarán un hogar al pie del curso de agua. Chapoteando por las mañanas por el pequeño estanque. Si no les atropella un autobús de la línea 1, igual ponen huevos y todo. Y acaban paseando la mamá pata y los patitos por delante del escaparate de Musicasa.

¿Naturaleza urbanizada o urbanismo naturalizado? ¿Qué sería lo normal, una fuente sin patos o patos en las fuentes?

Al final hemos olvidado tanto las raíces universales de la vida, que pensamos en la ciudad como una realidad cerrada y autosuficiente. Olvidando que sólo existe gracias al mundo más o menos natural que la alimenta.

En cierta manera, los patos del Arpa de agua tienen todo el derecho a estar ahí.

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