Frente a los contenedores de residuos y reciclaje de la calle Callao, en la barriada de Nou Llevant, aparecieron el fin de semana varias placas de uralita, algunas de ellas rotas, pese a que está prohibido abandonarlas por su alta toxicidad, ya que pueden contener fibras de amianto. El incívico que las ha dejado ahí debería haber llamado a un gestor autorizado, porque Emaya.