"Para cubrir 50 metros con mi coche, tengo que dar una vuelta de un kilómetro". De este modo explicó ayer el presidente de la asociación de vecinos de Verge de Lluc, Joan Mestre, la necesidad de que el paso subterráneo de la calle Greco -que es para vehículos- tenga doble sentido, ya que solo se puede circular desde la calle Aragó hacia Arquebisbe Miquel Roca, donde se encuentran tanto el colegio como el instituto de Son Rullan. Los conductores que van hacia Aragó tienen que hacer un largo rodeo y, además, en horas punta de los centros educativos, se forman grandes atascos.

La asociación de vecinos y el área de Movilidad de Cort están estudiando "una solución que se basaría en instalar un semáforo alterno", indicó Joan Mestre. Los técnicos han encontrado "pegas" a la propuesta debido a que los tiempos de espera de las señales semafóricas serían "excesivos", como afirmó el asesor de distrito, Daniel Oliveira. Por este motivo, están llevando a cabo pruebas y cambios temporales en los otros semáforos cercanos para tratar de solventar este problema.

El presidente vecinal recordó que "hace décadas, en la época del PP, hubo una propuesta en la que se eliminaban los pilares del paso inferior para que cupiesen dos carriles de circulación y un espacio para los peatones. Sin embargo, nada más se supo", tal como lamenta sobre la solución para la calle Greco.