Tras la regulación del alquiler vacacional, vendrá la de establecimientos turísticos. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma prevé disponer el próximo mes de mayo de la propuesta para regular urbanísticamente la oferta hotelera de la ciudad. Se trata de una propuesta que se va a adelantar a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Palma, que está en estos momentos en tramitación, y que complementará a la del alquiler turístico vacacional.

De hecho, el equipo que ha realizado el estudio para determinar la zonificación del arrendamiento vacacional en la ciudad es el mismo al que se le encargó el pasado mes de julio el correspondiente a la regulación de los establecimientos turísticos, incluyendo en esta categoría, además de los hoteles, los hostales, y los edificios dedicados al denominado turismo interior.

Desde julio del año pasado está en vigor una moratoria para la concesión de licencias a los establecimientos de las anteriores características, que afecta al centro de la ciudad, el primer Eixample, y las barriadas de Santa Catalina, el Nou Llevant y la Platja de Palma.

Quedaron fuera de esta suspensión de la concesión de licencias los establecimientos hoteleros que se proyectan en los Casals y los edificios catalogados, siempre que el establecimiento resultante no sustituya a más de tres viviendas y que la superficie media de las casas a reemplazar sea superior a 300 metros cuadrados.

Además, estos hoteles boutique que se pueden autorizar deben tener un máximo de 20 habitaciones y ser de cinco estrellas. Si bien los anteriores establecimientos no se incluyeron hace un año en la moratoria de la concesión de licencias, el teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, José Hila, explicó ayer que lo anterior no significa que la futura regulación no los incluya o no limite su autorización, ya sea por número, por zonas, por plazas o por otra circunstancia.

De hecho, manifestó desconocer aún cuál será la propuesta del equipo redactor para los anteriores y los demás establecimientos turísticos. Se considera que la regulación es necesaria por cuanto la proliferación de los denominados hoteles de ciudad, no sujetos al intercambio de plazas, puede afectar también negativamente al precio de los alquileres y de las viviendas para los habitantes de la ciudad.

Avalancha de solicitudes

La moratoria en la concesión de licencias se basó en la necesidad de poner límites a la avalancha de solicitudes de establecimientos turísticos presentados en las zonas afectadas por la suspensión en el último año.

De esta forma, en 2016 existían en el centro de la ciudad 38 establecimientos turísticos, incluidos en esta categoría los denominados hoteles de ciudad y boutique, con un total de 2.149 plazas turísticas. Solo en los primeros meses del año pasado se presentaron, según los datos proporcionados por Cort, 63 nuevas solicitudes, con otras 2.193 plazas, lo que supondrá, una vez ejecutadas todas, la existencia de 101 establecimientos con 4.342 plazas.

Cabe señalar que las solicitudes presentadas con anterioridad a la aprobación de la moratoria de un año (el pasado mes de julio) no se ven afectadas por la paralización. De ahí que se sigan dando licencias, como la concedida ayer par la construcción de un hotel de cuatro estrellas en la Platja de Palma.

La inclusión del ámbito de la modificación puntal de la fachada marítima del Litoral de Llevant en la moratoria se justificó porque, tras la puesta en funcionamiento del Palacio de Congresos, la zona "presenta unas grandes expectativas inversoras y se quiere preservar como residencial y de diversificación empresarial".