Pere Garau sigue siendo el barrio que tiene más población, con 29.657 residentes y el que gana más nuevos residentes, con 778 más. Su peso en el padrón municipal es tal que Tomás Lladó, responsable de la Unitat de Dades Corporatives, lo definió ayer como "el cuarto municipio de Mallorca".

Foners (+403), Camp Redó (+329), Son Gotleu (+326) y Bons Aires (+316) siguen sumando empadronados, mientras los barrios del casco antiguo, Santa Catalina y Son Espanyolet pierden población, destacó Lladó.

El que más baja en empadronados es Son Espanyolet, con 86 habitantes menos, seguido del Secar de la Real, con 53 menos, del Rafal Nou, con un descenso de 39 y de laLlotja-Born y la Bonanova, con 38 habitantes menos cada uno.

Esta pérdida de vecinos se achaca, desde el Ayuntamiento, a los actuales precios de mercado, es decir, al encarecimiento de la vivienda, tanto de alquiler como en venta. Pero también a que viviendas situadas en estas barriadas son compradas como inversión o segunda residencia, en la que no están empadronados sus propietarios.

En cuanto a cambios de domicilio dentro de Palma, La Soledat es el barrio con más movimientos de este tipo, con 124 altas, seguida de Camp Redó (121), Son Ferriol (91) y Son Gotleu (77). El 50% de estos casos se quedan dentro del mismo barrio y un 20% se traslada a zonas colindantes, explicó Jhardi. Entre las razones por las que la mitad de la gente busca casa en la misma barriada, la regidora mencionó la escolarización de los hijos, la situación económica de las familias y los casos de finalización de contratos de alquiler en que los afectados buscan una nueva casa en la misma zona.

En cambio, Santa Catalina, registró la baja por cambio de domicilio de 178 vecinos, de los que solo 78 se quedaron a vivir en este barrio.