´Krekovic camina´

Van a ser los vecinos los que desfilen por un barrio que ha sido "víctima del olvido", según han constatado Ona Beneït, Pedro Granero, Nuria Fiol, Alba Flor y Carlos Llecha a partir de las declaraciones de los residentes en la zona a lo largo de sucesivos encuentros llevados a cabo desde el pasado mes de febrero.

Los cinco actores aseguran que "conocer las historias de las personas que han construido este barrio nos ha hecho preguntarnos muchas cosas, cómo vivimos, qué identifica nuestros barrios", expresó Pedro Granero.

Con los nervios a flor de piel, queda el ensayo general y en el aire la pregunta: ¿Cuántas personas van a participar en este pasacalles que se iniciará en la calle Amer, 46?

El cuadro El éxodo, de Krekovic, será paseado en el pasacalles al haber sido elegido como "símbolo" de este proyecto por los propios vecinos. El pintor croata que vivió en Mallorca a partir de los sesenta y que donó buena parte de su obra, expuesta en el centro artístico que lleva su nombre y ubicado en Nou Llevant, se interesó por las culturas amerindias. A ellas dedicó muchos de sus cuadros colgados en el museo de Nou Llevant. Por ese motivo, lo han elegido como "símbolo".

"En la historia del barrio encuentras muchas situaciones en que sus habitantes se han sentido heridos, abandonados. Hay muchos ejemplos que muestran que fue la lucha vecinal la que paró situaciones como la del olor a gas de los bidones de Gesa que llegaba hasta los colegios y que, tras muchas quejas y una década de espera, se solucionó. Otra fue la tardanza en la construcción del polígono como tal, cuenta Pedro Granero.

Carlos Llecha, otro de los actores que participan en el trabajo de investigación, señala cómo gracias a la presión de los residentes "se pusieron los semáforos en la avenida México; solo que pasaron años y hubo varios accidentes y la muerte de un niño".

"Fueron las mujeres las que salieron a la calle, y cortaron el tráfico", añade Granero.

La droga

Uno de los problemas más graves que sacudieron la zona fue el de la droga, y también fueron las mujeres, madres afectadas, las que movieron la protesta colectiva.

El trapicheo que se dio en Canamunt se trasladó al polígono de Llevant -así se llamaba por aquel entonces- de la mano de clanes gitanos como 'los Cebolla'.

"Los vecinos lo recuerdan como un momento terrible en el barrio. En estos edificios altos, en sus patios interiores, se traficaba. La presencia policial era habitual en la zona", apuntan los actores, tras los testimonios de los residentes.

Otra polémica contestada activamente por el vecindario fue la construcción de viviendas de protección oficial. "Se negaron a que se siguieran haciendo, y por la noche iban y derribaban lo construido", cuentan los actores.

En clave positiva, la vida que ha otorgado a la zona el club deportivo Nou Llevant. "Ahí han empezado a aparecer jóvenes para hablar de su barrio", señala la actriz Ona Beneït.

Ella, al igual que el resto de actores que llevan a cabo este trabajo, confiesa sentirse "enamorada" de un barrio al que apenas hace unos meses conocían. "Cautiva, es auténtico, lleno de vida", expresa.

Nuria Fiol y Alba Flor confirman el entusiasmo. "Nosotros solo hemos aportado la gota de creatividad; estamos ante nuevo lenguaje, emergente, no trabajamos la dirección de arriba a abajo, sino que proponemos puntos y los vecinos los llenan de contenido", aclaran.

El trabajo de investigación, que parte de la idea inicial del "impacto del turismo en las islas", cuenta con financiación de la Unión Europea a través del programa de Joves Qualificats del SOIB. Además auspicia la colaboración.

"A partir de las historias narradas por los vecinos, un grupo de alumnos de teatro de la Universitat, bajo la dirección de Juanjo Bermúdez de Castro y Alejandro Julià, llevarán al escenario montado en el CEIP Pintor Joan Miró, Històries del barri. Será tras el pasacalles. El fin de fiesta lo pondrá una torrada popular.

Con Krekovic camina no se acaba la antropología teatral. El siguiente capítulo analizará los movimientos de capital. Ahí es nada.