Las nuevas placas que se debían colocar el pasado viernes en las avenidas de Portugal y Alemania y en Vía Roma en sustitución de estos nombres por los de Avinguda del Gran i General Consell, en los dos primeros casos, y por Carrer dels Jurats, en el tercero, permanecen guardadas en unas dependencias municipales.

Según ha podido saber este periódico, la sustitución de los nombres de estas vías, acordada por los militares golpistas entre 1936 y 1937 con el fin de ensalzar a las potencias del denominado Eje y que ayudaron a la rebelión militar contra el gobierno legítimo de la II República, no solo ha sido decretada por el alcalde, Antoni Noguera, tal como ya se había informado.

Se ha ido más allá puesto que, tras la firma del decreto, se procedió, por parte del departamento de la Función Pública, a encargar las placas que debían sustituir a las que se quitaban. Como es habitual, este trabajo se encargó a la empresa de Marratxí que confecciona las placas de mármol que se colocan en las calles del centro histórico de la ciudad.

Se da la circunstancia de que uno de los últimos trabajos realizados por esta empresa en relación al callejero de la ciudad, fue encargado por el consistorio presidido por el exalcalde del PP Mateo Isern quien, en febrero de 2013 ordenó el cambio de las placas de la Rambla dels Ducs de Palma de Mallorca, en referencia a la infanta Cristina y a su marido Iñaqui Urdangarín, por el nombra de La Rambla a secas.

Para sustituir los nombres de las avenidas de Alemania, Portugal y Roma, se han confeccionado doce placas, que finalmente no han sido colocadas, puesto que el grupo municipal del PP no estuvo de acuerdo con el cambio ya que afectaba a dos países actualmente democráticos y a la ciudad de Roma.

Por parte de la conselleria de Cultura y Memoria Histórica, que dirige Llorenç Carrió, también se habían confeccionado 700 cartas explicativas que debían remitirse entre el lunes y el viernes de la semana pasada a los vecinos y empresas afectados por el cambio de nombres. Este buzoneo tampoco se ha efectuado.

Asimismo, se eliminó de los actos conmemorativos de la proclamación de la II República, que fueron presentados el pasado martes, cualquier alusión a la sustitución del nombre de las calles y del acto de colocación de las nuevas placas que debía realizarse el viernes, día 13.

Avenida de Joan March

El cambio de nombres fue aprobado en una comisión de toponimia celebrada a finales del pasado año, en base al informe redactado por el profesor Gabriel Bibiloni, en tiempos de la alcaldesa Aina Calvo y en aplicación de la Ley de Memoria Histórica aprobada por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Esta comisión, por amplia mayoría, aprobó esta sustitución, al igual que designar la calle que comunica el Moll Vell con la zona del Pesquero con el nombre del almirante Cristòfor Colom.

También se puso sobre la mesa de nuevo la supresión del nombre del magnate Joan March de un tramo de las Avenidas por su decisiva intervención en la financiación del golpe militar de 1936. Esta última cuestión, no obstante, no prosperó.