Un nuevo monstruo de toallitas ataca los servicios de depuración de las aguas de Palma. El incivismo de algunas personas ha vuelto a mostrar sus peores consecuencias. Ayer las bombas de la depuradora del Coll d'en Rabassa han quedado atascadas debido a las toallitas que se lanzan al inodoro sin tener en cuenta sus nefastos efectos.

El problema ha quedado solucionado por la tarde. Pero estos gestos incívicos, pese a numerosas campañas que ha llevado a cabo la empresa pública Emaya, tienen un elevado coste. Tal y como ha indicado Emaya, en un año la empresa de limpieza recogió 1.000 toneladas de residuos. Esto supuso un coste de 375.000 euros.

Además, muchas de estas toallitas acaban en el mar por la falta de limpieza de los torrentes como reiteradamente han denunciando entidades ecologistas como el Gob y Mallorca Blue. Ésta y Emaya han propuesto campañas de etiquetado de toallitas.