Ya se sabe la opinión de Arca sobre la nueva ordenanza de terrazas: "Es una tomadura de pelo". Y lo es, entre otras cosas porque, en contra de lo que a simple vista pueda parecer, la supresión de las pérgolas no supone una mejora de la visibilidad de las fachadas ni del espacio público.
En la fotografía debajo de estas líneas se puede observar una pérgola actual de las que deben desaparecer en el año y medio siguiente de la aprobación definitiva de la modificación de la ordenanza.
En la siguiente, se observa una terraza con sombrillas y mamparas que, con la propuesta actual del equipo de gobierno, se podrá seguir autorizando.
Las sombrillas cuadradas permiten que se junten y, en consecuencia, ocupen incluso una mayor superficie que la de las pérgolas. Además, se autoriza la colocación de mamparas verticales hasta 1,70 metros de altura, 30 centímetros más altas que las actuales, por lo que la barrera visual del conjunto es, como mínimo, igual e incluso en algunos casos superior.
Agresiones paisajísticas
Con estas concesiones, la entidad conservacionista considera que, si se aprueba la nueva normativa tal como se ha presentado, se va a dar "carta de legalidad a auténticas agresiones paisajísticas", además de que el espacio recuperado para el disfrute de la ciudadanía "es mínimo".
