La Empresa Municipal de Transportes (EMT) finalizó el año pasado con un superávit de 2,5 millones, lo que le ha permitido "poner a cero", en palabras del presidente de esta compañía pública, Joan Ferrer, el déficit acumulado en los últimos años.

El consejo de administración celebrado ayer aprobó la liquidación de las cuentas de la empresa correspondientes al año pasado. Con estos resultados la empresa emprende con mayores garantías la formalización del préstamo concedido por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que debe complementarse con otras entidades bancarias, para la adquisición de un centenar de autobuses propulsados a gas con el fin de renovar la flota.

Asimismo, en el consejo de administración de la Societat Municipal d'Aparcaments (SMAP), también celebrado ayer, constató que esta empresa finalizó el pasado ejercicio con un beneficio de dos millones.

En este caso, no obstante, continúan las "tensiones de tesorería", pese a que, a mediados del año pasado el Ayuntamiento amplió el capital de la empresa con la aportación de nueve millones.